El salmorejo es uno de los platos más refrescantes para tomar en verano. Este plato tradicional cordobés es muy saludable y muy fácil de hacer. El servirse frío hace que baje la temperatura del cuerpo y ayude a disminuir la sensación de calor predominante en esta época.
Este plato, junto al gazpacho, es una de las recetas estrella de la gastronomía andaluza veraniega. Pero su uso se ha extendido a toda la geografía española. Además de venderse en todos los supermercados, puedes hacerlo en casa en muy poco tiempo. A continuación, te mostramos la cantidad exacta de cada ingrediente para que saques una textura de 10 en el salmorejo.
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LOS MEJORES CONSEJOS PARA HACER UN SALMOREJO
El salmorejo es una receta típica de Córdoba que poco a poco ha ido extendiéndose por toda Andalucía y, más tarde, en toda España. Pero la manera tradicional de hacerlo no es con una batidora o un robot de cocina. En las cocinas cordobesas el salmorejo se realiza con un mortero, gracias al que se consigue su textura característica.
Para que esta sopa fría salga bien, es necesario hacerla con ingredientes de primer nivel: los mejores tomates, pan de primera calidad y aceite de oliva virgen extra. La proporción entre estos ingredientes tiene que ser exacta para conseguir su sabor característico. Después puedes acompañarlo de jamón y huevo cocido, pero también existen trucos para que te sepan mejor…
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LOS INGREDIENTES PARA HACER SALMOREJO
Como hemos dicho anteriormente, las proporciones para hacer salmorejo tienen que ser exactas, por lo que si quieres hacer mucha cantidad tendrás que multiplicar según los comensales que tengas. Para seis personas, necesitarás un kilo de tomates maduros, es decir, que estén en su punto de maduración pero que no lleguen a estar pasados.
Los tomates van a ir acompañados de 200 gramos de pan. Puedes utilizar el tipo de pan que desees, pero lo más recomendable es emplear uno con poca corteza y que sea de masa blanca. También vas a necesitar un diente de ajo y 150 mililitros de aceite de oliva virgen extra. Para acompañar al salmorejo, puedes optar por huevos cocidos y jamón.
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LA RECETA TRADICIONAL DEL SALMOREJO
En primer lugar, tienes que lavar los tomates y retirarle sus partes verdes. No es necesario que los peles ni que les quitas las pepitas, ya que después vamos a colarlo todo. Tritura los tomates ayudándote con la batidora.
Cuando ya estén triturados, pasa el resultado por un colador para filtrar todas las impurezas de los tomates. De esta manera, el salmorejo te va a quedar con una textura mucho más suave. Coloca esa sopa de tomate sobre el pan y deja que se empape sobre unos 10 minutos.
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LA MEZCLA DE LOS INGREDIENTES
Cuando hayan pasados esos diez minutos, añádele el diente del ajo a la mezcla y tritura todo con la batidora. Dejando reposar el pan con el tomate, has hecho que se ablande para que sea más fácil batirlo, además de que se ha empapado de todo su sabor.
Una vez que la mezcla del salmorejo haya cogido consistencia, échale el aceite de oliva virgen extra para que emulsione y coja la textura propia de este plato tradicional cordobés. Este es el momento para que lo pruebes y rectifiques la sal por si necesita un puntito más. Vuelve a batir hasta que la mezcla sea uniforme…
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LOS TROPEZONES DE ACOMPAÑAMIENTO
El salmorejo tiene que ir acompañado de sus tropezones, es decir, de la guarnición tradicional: jamón y huevo cocido. Para que el jamón le de un toque crujiente al plato, pásalo por una sartén a fuego muy fuerte durante un minuto.
El huevo cocido es otro de los acompañamientos indispensables en el salmorejo. Para evitar que se te rompa al picarlo o que los trozos te queden demasiado grandes, utiliza un rallador de queso para espolvorear el huevo cocido por la superficie del salmorejo. También le puedes echar un chorrito de aceite de oliva para darle un toque más fuerte al plato.
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LA TEXTURA IDÓNEA DE ESTE PLATO
El salmorejo es un plato que se tiene que comer con cuchara. No se tiene que poder beber como sucede con el gazpacho y es que existen varias diferencias entre estos platos aunque sean típicos de la cocina andaluza. Hay que dejarlo reposar durante una hora para que los sabores se asienten, pero no es necesario que lo metas en la nevera para que se enfríe.
Hay mucha gente que le añade agua al salmorejo para rebajar su textura y que se pueda beber. Esto es un error tremendo, ya que le está quitando potencia al sabor propio de este plato. Estarías haciendo un salmorejo aguado, por lo que tienes que respetar la receta tradicional. La textura idónea de este plato es que alcance una espesura como la de la mayonesa.
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