UNICEF distribuyó en 2020 un total de 500 millones de artículos de protección, tratamiento y diagnóstico contra la COVID-19 en todo el mundo, entre ellos más de 1 millón de guantes y 418.000 mascarillas en España, y atendió las necesidades de los niños y niñas en 455 situaciones de emergencia.
Así lo recoge la Memoria de Actividades de UNICEF España 2020, que refleja las acciones principales y resultados conseguidos por el comité español y la organización a nivel internacional, y que ha sido presentada este martes en rueda de prensa.
«Lo vivido en 2020 puede servirnos para entender que solo un mundo globalmente solidario podrá acabar con la desigualdad, la pobreza y la injusticia que afecta todavía a demasiados millones de niños y niñas. Puede que fuera el año de ‘mirarse el ombligo’, de superar las dificultades más locales y cercanas, pero debemos hacer todo lo posible para que la apuesta por una cooperación y una ayuda sin fronteras nos sirva para emprender una recuperación que hasta el momento ha sido extremadamente desigual», ha señalado el presidente de UNICEF España, Gustavo Suárez Pertierra.
En este nuevo escenario de «extrema complejidad», UNICEF España siguió trabajando en favor de los derechos de todos los niños y niñas en materia de pobreza infantil, desigualdad, brecha digital, problemas de salud física y mental, y violencia contra la infancia.
«La pandemia ha desnudado bastantes de nuestras carencias, nos hemos visto un poco el esqueleto, y es un buen momento para recuperar esas lecciones, para que desde la educación y otros ámbitos consigamos un mundo más justo», ha propuesto el responsable de Educación en Derechos de Infancia y Campañas de UNICEF España, Nacho Guadix.
Entre las acciones que impulsó el comité español de UNICEF, Guadix ha destacado que participaron en la formulación de la Ley Integral de Protección de la Infancia frente a la violencia, impulsaron la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y el incremento del gasto público dirigido a la infancia en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2021.
Asimismo, ha puesto de relieve que pidieron una nueva Estrategia Nacional de Salud Mental desde una perspectiva de infancia, y estuvieron implicados en la Comisión de Reconstrucción Social y Económica constituida por el Congreso de los Diputados para consensuar acciones frente la COVID-19.
2.100 TABLETAS Y PORTÁTILES DURANTE LA PANDEMIA
Además, entregaron unos 2.100 dispositivos (tabletas electrónicas y ordenadores portátiles) a centros de protección de menores de varias comunidades autónomas y colaboraron con las instituciones estatales y autonómicas para propiciar una reapertura segura de los centros educativos, pidiendo que se diera prioridad a los niños y niñas de los colectivos más vulnerables.
Igualmente, elaboraron más de 20 informes, investigaciones y publicaciones sobre la situación de la infancia y la adolescencia en España; 109 colegios, de los 5.768 comprometidos con UNICEF, se convirtieron en centros referentes en Educación en Derechos de Infancia y Ciudadanía Global; y 12.328 niños y niñas formaron parte de consejos de participación infantil y adolescente.
Desde el comité español también se sumaron al llamamiento del Gobierno y del sector sanitario entregándoles una serie de suministros como: 1 millón de guantes, 418.000 mascarillas, 97.000 geles hidroalcohólicos, 100.000 kits de detección del virus y 1.000 equipos de protección.
Por otro lado, el comité español ha puesto de relieve que contribuyó en 2020 a la labor de UNICEF de «reimaginar un mundo mejor» para la infancia y la adolescencia distribuyendo 500 millones de artículos de protección para hacer frente a la pandemia por COVID-19 en 138 países.
88 MILLONES DE VACUNAS EN 131 PAÍSES DE INGRESOS MEDIOS Y BAJOS
Asimismo, colideran el Mecanismo COVAX, que en febrero de 2021 inició la distribución de vacunas contra la COVID-19 y a día de hoy ya ha entregado más de 88 millones de dosis en 131 países y territorios de ingresos medios y bajos; y han suministrado vacunas a casi la mitad de los niños y niñas menores de 5 años de todo el mundo.
Igualmente, han proporcionado agua potable, saneamiento e higiene a 106 millones de niños y sus familias; han facilitado la educación a distancia a más de 301 millones de menores; han salvado de la muerte por desnutrición aguda grave a 5 millones de niños y niñas menores de cinco años; han dado acceso a servicios de salud mental y apoyo psicosocial a 78 millones de niños, adolescentes, madres, padres y cuidadores; han protegido a 6 millones de niñas adolescentes del matrimonio infantil; y han beneficiado a más de 130 millones de niños con programas de transferencias de efectivo.
Por otra parte, en 2020, UNICEF respondió a 455 crisis humanitarias en 152 países, lo que representa dos tercios más con respecto al año anterior, y desde el comité español se contribuyó «en gran medida» a ese trabajo, según afirman. En concreto, ayudaron a los afectados por guerras, desastres naturales y desplazamientos, como los conflictos en Siria y Yemen, los huracanes y ciclones en América o el estallido de la violencia en Tigray (Etiopía).
Para realizar esta labor, contaron con el apoyo de 460.659 socios y donantes, más de 300 empresas, unas 90 instituciones y administraciones públicas, más de 100 medios de comunicación, unos 50 embajadores y personalidades públicas y casi 1 millón de seguidores en redes sociales, entre otros, según se desprende de la Memoria.
En cuanto a las cuentas, en 2020, los ingresos del comité español superaron, por primera vez en su historia, la barrera de los 100 millones de euros (101,4 millones). El 68,2% correspondieron a cuotas de socios, el 23,6% a otros ingresos privados y financiación de UNICEF internacional; y el 8,2% a Administraciones Públicas.
En cuanto a los gastos (también de 101,4 millones) el 72,2% se destinaron a programas y proyectos en el mundo y en España; el 24,3% a acciones de captación de fondos; y el 3,5% a la gestión y administración de recursos.
