Los anticuerpos generados tras la Covid-19 se mantienen más allá de 12 meses

Los anticuerpos IgG generados tras la infección natural de la Covid-19 se mantienen más allá de 12 meses, según muestra un estudio de seropersistencia realizado a 306 sanitarios de HM Hospitales contagiados por el virus SARS-CoV-2, coordinado por la Fundación de Investigación HM Hospitales y la colaboración del Departamento de Seguridad Laboral y el servicio de Laboratorio de HM Hospitales.

El estudio, publicado en ‘European Journal of Internal Medicine’, es el primer estudio que mide la evolución de la cinética de los anticuerpos desarrollados ante el SARS-CoV-2 entre profesionales sanitarios, con una media de edad de 44,7 años y en el que el 69,9% son mujeres. En el mismo se cifra que el tiempo medio estimado en que se mantiene la protección tras un contagio natural está en 375 días después de la detección inicial de los anticuerpos.

Según el investigador principal del estudio, el doctor José F. Varona, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario HM Montepríncipe, «los hallazgos del presente estudio en trabajadores sanitarios pueden extrapolarse a la población general y proporcionan datos muy valiosos en el manejo de la pandemia COVID-19: los anticuerpos generados por infección natural tienen una duración media estimada de al menos 12 meses».

Este estudio en el que periodo de observación de los trabajadores implicados ha sido de diez meses revela que el 76,8% de los sanitarios del Grupo estudiados mantuvieron niveles de seropositividad más allá de los nueve meses después de infectarse, pero con una reducción progresiva de los títulos de anticuerpos, que disminuyeron en un 82%, mientras que se mantuvieron estables en un 13,1%.

«Durante el estudio, que se llevó a cabo con cohortes diferenciadas y estudiadas en distintos periodos desde el inicio de la pandemia, se observaron dos perfiles dinámicos de anticuerpos diferentes: uno, más frecuente, con una disminución progresiva del título de anticuerpos; y otro, menos frecuente, de sujetos que mantuvieron estable el nivel de anticuerpos durante los casi diez meses de seguimiento», señala Varona.

Otro de los aspectos que pone de manifiesto este estudio revela que los factores asociados con un perfil de anticuerpos estable (no descendente) y una mayor duración de los anticuerpos fueron la edad avanzada, los títulos iniciales de anticuerpos más altos y una alta exposición a COVID-19, es decir, aquella que padecieron los trabajadores en primera línea que asistieron a pacientes con COVID-19 y que padecieron una infección entre grave y moderada.

«Sin duda estos resultados pueden tener implicaciones potenciales en la estrategia de vacunación actual. De hecho, esperamos nuevos resultados de este estudio con un plazo mayor, en concreto, con datos que se extienden hasta el segundo semestre de 2021, y que nos ayudarán a comprender mejor y con más precisión la respuesta inmune a la enfermedad», concluye.