El Gobierno entiende que haya quien tenga «reparos para perdonar» a los independentistas

La ministra de Hacienda y Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado este martes que el Ejecutivo comprende «perfectamente» que haya personas que tengan «reparos para perdonar» a los independentistas después del referéndum ilegal del 1-O y de la declaración de independencia, pero les ha pedido que confíen en apuesta de diálogo y «reencuentro», porque no haya, a su juicio, otra alternativa.

Además, ha valorado que la carta publicada este lunes por Oriol Junqueras desde prisión, cuestionando la vía unilateral y dando el visto bueno a los posibles indultos para los que como él fueron condenados por organizar el procés, es un «gesto importante» y un paso en la dirección correcta para superar esa fractura.

«HERIDAS DIFÍCILES DE CICATRIZAR»

La Portavoz del Ejecutivo se ha referido expresamente, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, a las personas que tienen «reparos a perdonar» después de la conmoción que supusieron estos actos, algo que ha calificado de «desgarro muy importante» para muchos catalanes y españoles que ha generado «heridas difíciles de cicatrizar».

«Quiero dirigirme a ellos y lo quiero hacer porque lo que está haciendo este Gobierno es lo mejor para el conjunto de Catalanes y españoles y las generaciones más jóvenes», ha añadido Montero, quien además, ha justificado la decisión que adopte el Ejecutivo asegurando que el Gobierno tiene la obligación de asumir la responsabilidad de los retos que cada momento político pone en la agenda.

En este sentido, ha defendido que a pesar de esos «reparos», es el momento de «pasar página» y de dar una oportunidad al reencuentro y la convivencia, sin hacer referencia expresa a esos posibles indultos, aunque sí a la necesidad de perdonar.

Además, ha avisado de que esos problemas políticos en Cataluña «ralentizan y comprometen la recuperación económica y el bienestar social, tanto en España como en Cataluña», por lo que por este motivo también ha urgido a apoyar la vía del diálogo por la que apuesta el Gobierno.

«Tenemos que poner los medios necesarios para que la herida pueda cicatrizar. No tiene sentido dejarla abierta, sangrando, porque lo que produce es frustración, en un momento en que tenemos que conseguir que los inversores confíen, que sepan que nuestra legalidad y acuerdo entre administraciones son los principios en los que sustentamos nuestra estabilidad», ha ahondado más tarde.

Montero no ha querido dar fechas ni sobre los posibles indultos, ni sobre la reunión que mantendrán este mes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonés, en la Moncloa, y se ha limitado a defender la «vocación firme» que tiene el Gobierno para buscar el «reencuentro» con Cataluña.

«Somos conscientes de que a muchos españoles les costará trabajo pensar realmente si es conveniente dar pasos en el perdón y en un acercamiento porque es una herida que va a tardar tiempo en cicatrizar. Pero el Gobierno considera que no hay alternativa que internar el diálogo», ha recalcado en respuesta a una nueva pregunta sobre este asunto, en concreto, sobre si se fían de las palabras de Junqueras.

EL PP, MÁS CÓMODO EN EL ENFRENTAMIENTO

A este respecto, ha asegurado que cada uno puede interpretar como quiera esa carta, pero ha aprovechado para acusar al PP de estar «más cómodo en el enfrentamiento».

«El Gobierno, más allá de lo que Junqueras pueda plantear, va a dar pasos decididos para intentar ese acercamiento, que considera imprescindible para poder abrir una nueva etapa en Cataluña y cerrar episodios que ojalá nunca se hubieran vivido», ha añadido.

Eso sí, después ha reconocido, en alusión también a esa carta, que el Ejecutivo va a usar «cualquier esfuerzo que avance en la dirección correcta», para poder consolidar ese proceso de diálogo.

Aunque ha admitido que hay quien puede pesar que el Gobierno es «ingenuo» al apostar por esta estrategia, Montero ha hecho hincapié en que como demócratas tienen la obligación de «usar los instrumentos que tienen a su alcance, como la palabra o la capacidad de acuerdo y diálogo» para caminar en la dirección correcta, aunque sea «extraordinariamente difícil».

Por otra parte, ha dejado claro que el Gobierno sigue manteniendo su rechazo a la petición de ERC de un referéndum de autodeterminación pactado, porque considera que eso no está dentro de la legalidad y no tiene cabida en la Constitución, que marca los límites de ese diálogo.