Sánchez evita entrar en el debate por la participación en la cumbre del Gobierno de Maduro

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado entrar en el debate suscitado por la participación en la Cumbre Iberoamericana del Gobierno de Nicolás Maduro y que ha provocado incluso un encontronazo entre Bogotá y Caracas.

Aunque inicialmente se había confirmado que sería Maduro quien intervendría en el pleno, finalmente ha sido su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, quien lo ha hecho.

El hecho de que la invitación a la cumbre, cursada por Andorra como país anfitrión, se hiciera al Gobierno chavista -conforme al mecanismo de la ONU según se ha explicado desde el Gobierno español- ha suscitado malestar entre muchos de los líderes iberoamericanos, algunos de cuyos países no reconocen a Maduro como presidente sino a Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional elegida en 2015 y controlada por la oposición.

Entre quienes han mostrado su malestar han estado el presidente de Colombia, Iván Duque, o el de Ecuador, Lenín Moreno, mientras que otros, como el cubano, Miguel Díaz-Canel, han salido en defensa de Maduro.

También lo ha hecho la vicepresidenta venezolana en su intervención, en la que ha arremetido con dureza contra el presidente colombiano, lo que ha suscitado una réplica de este, que la prensa no ha podido escuchar, ya no se ha emitido en directo, como sí el resto de las intervenciones.

Preguntado sobre la polémica, Sánchez ha resaltado que si en algo han coincidido los mandatarios es que la Cumbre Iberoamericana «es el único espacio multilateral» que tienen los países de la región «para encontrarse, dialogar y confrontar ideas». «Eso es lo que hemos visto», ha sostenido.

Respecto a Venezuela, ha reconocido que «es evidente que hay opiniones encontradas» y en la cumbre se ha sido «testigo de ello», pero «a partir de ese diálogo y la escucha se llega a acuerdos». En este sentido, ha resaltado los acuerdos y consensos alcanzados «que son buenos para el conjunto de las sociedades iberoamericanas».