jueves, 25 abril 2024 3:33

De la pasión a la obsesión: deportistas que sufrieron el acoso de sus fans

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El deporte es una de cosas a las que las personas dan mucho valor en la actualidad, aunque para los deportistas como tal en ocasiones sea un verdadero calvario el tipo de vida que llevan. Los aficionados dan mucho valor a lo que hacen los jugadores del deporte al que son más apegado y lo ponen en un tipo de pedestal que puede convertirse en una cruz para ellos en algún punto; porque si bien es verdad que gozan de fama, dinero y mucho prestigio, ellos también pueden someterse a calamidades que las personas normales no deben cargar.

Lo ocurrido con Ángel Di María y el robo que sufrió recientemente en su casa, un mal que ha asolado a varios futbolistas al saberse la gran cantidad de dinero que ganan y la razón por las que se convierten en blanco de ladrones, es un buen ejemplo de que la fama de los deportistas también trae consecuencias negativas. El acoso al que se ven sometido por algunos dementes es algo que ha sucedido a lo largo de los años, pero en ocasiones esa locura va más allá y ha causado muchos problemas a varios deportistas que se ven atrapados en situaciones muy difíciles de sobrellevar.

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Sheila Taormina llegó a estar en peligro

La norteamericana llegó a entrenar con su acosador

Así como el caso de Monica Seles, que llegó a ser herida en plena pista, una de las deportistas que vivió un verdadero trauma fue Sheila Taormina. La norteamericana estuvo en peligro mortal cuando un fanático se obsesionó tanto con ella que utilizó una estrategia realmente increíble para acercársele. Al haber confiado en él se puso en una situación muy complicada y todo por un loco que la supo engañar con mucha astucia.

Taormina practicaba triatlón y en ese deporte era toda una prodigio, el problema es que un tipo llamado James Conyers comenzó a acosarla y allí comenzaron sus desgracias. El tipo logró convencerla de que también era un deportista y que practicaba triatlón, de esta forma pudo hasta entrenar con ella. Luego el acoso subió más y todo empeoró cuando le entregó una carta en la que detallaba como quería violarla. Conyers acabó detenido y lo condenaron a cinco años de prisión.