La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) ha alertado este jueves ante la Comisión de Agricultura del Congreso que la Ley de la Cadena Alimentaria puede incentivar el crecimiento de la importación en el sector de frutas y hortalizas.
El director de Fepex, Jose María Pozancos, ha destacado en su comparecencia la dificultad para concretar algunos puntos claves de esta Ley, como determinar el coste efectivo de producción y en consecuencia el precio cierto que debe recoger el contrato entre el comprador y el vendedor, ya que en un sector caracterizado por la volatilidad de los precios, éstos pueden variar entre 162 y 28 céntimos por kilo en una campaña, como ha sido el caso del tomate en 2020, según datos de la Comisión Europea.
Pozancos ha explicado que comparte los objetivos de la Ley y de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales, pero considera que la exigencia de que todas las producciones, independientemente de su competitividad o de la situación de los mercados, tengan un precio igual a su coste de producción provocará que una parte importante de la producción no pueda acceder al mercado, lo que favorece a la competencia de terceros países y comunitaria.
La obligación de que el precio pactado cubra el coste efectivo de producción, cuando los costes de producción en España sean superiores a los de la competencia, por pérdida de competitividad o en situaciones de crisis de mercado consecuencia de desequilibrios de oferta y demanda, provoca que el productor no pueda comercializar su producción a ningún precio por debajo de su coste efectivo de producción, porque constituye una infracción grave, debiendo asumir un daño muy superior al bien que se pretende proteger.
El director de Fepex ha explicado que, en el sector español de frutas y hortalizas, la exportación representa el 65% de la facturación, por lo que las condiciones de competencia en los mercados exteriores son decisivas y ha alertado de que estas condiciones están llevando a un incremento continuo y constante de las importaciones.
En 2019, las importaciones españolas de frutas y hortalizas frescas superaron 3,5 millones de toneladas, con un crecimiento del 35% en los últimos cinco años, destacando el caso de Marruecos, con un 81% más.
Respecto a Marruecos, la evolución de la importación española es especialmente grave en productos con el mismo calendario de producción, como tomate, sandía o frambuesa, con crecimientos del 138%, 132% y 381%, respectivamente, con un fuerte impacto sobre los precios en España
En este sentido, Fepex señala que la Ley no contempla las situaciones creadas en unos mercados globalizados, no pudiendo resolver dos graves problemas: la pérdida creciente de competitividad en unos mercados globalizados, con unos precios que no se pueden predecir cuándo se planifica la producción y la inexistencia de medidas eficaces de gestión de crisis para afrontar los desequilibrios de oferta y demanda.
Pozancos ha planteado también la dificultad de concretar algunos puntos clave de la norma como determinar el precio cierto que debe recoger el contrato entre el comprador y el vendedor por la volatilidad de los mercados provoca que la horquilla de precios, por ejemplo, de tomate redondo, llegue al 300% en una misma campaña.
Por ello, desde Fepex se ha planteado que el precio relevante, para asegurar en la medida de los posible la sostenibilidad económica de las explotaciones, sea el precio medio de la campaña.