La exitosa trayectoria de Marc Márquez ha dejado sobradas pruebas hasta la fecha de los rasgos distintivos de su personalidad: trabajador, metódico, ambicioso, creativo… Características que le han convertido en el piloto que es hoy en día y que se reflejan más allá de su trabajo en la pista. Porque todas esas cualidades están también patentes en el único elemento distintivo que los pilotos pueden llevar consigo durante la competición: el casco. Y en el de Marc Márquez, hay varios iconos que son característicos desde hace años: el número 93, la hormiga y el color rojo. “Son las tres cosas que me identifican que unen un poco todo: el fan club, el box, mi personalidad…
El símbolo de la hormiga me viene desde pequeño, porque tenía más fuerza de la que aparentaba sobre la moto y ya se sabe que la hormiga es, en proporción, el animal más fuerte del mundo”, afirma Marc. Cada uno de esos elementos han estado presentes en la mayor parte de los diseños que el piloto ha utilizado desde el año 2015. Fue entonces cuando encontró, a través de un concurso, al que se ha convertido en su diseñador: David Mata.
Desde entonces, han trabajado juntos en el proceso creativo que periódicamente trae consigo diversas novedades: diseños especiales para la temporada, para el Gran Premio de Catalunya o para el Gran Premio de Estados Unidos son sólo algunos de los hitos donde Marc ha lucido su estilo. “Al principio necesitamos 10 llamadas para coordinarnos; ahora, simplemente con una ya interpreta lo que necesito”, explica Márquez. “Marc lanza sus ideas y mi trabajo como diseñador es devolverle eso convertido en un gráfico. A lo largo de los años ha ido evolucionando en sus ideas: quiere ser reconocible en la pista y detallista cuando lo tienes delante. Y eso, en cierto modo, es también lo que representa Marc como piloto y como persona”, apunta David.
Precisamente el que Marc y Dave crearon para la temporada 2020 y que quedó finalmente inédito, será el mismo que llevará a la pista a partir del año que viene. “Quería un casco más simple, compacto. Es un casco que rompe bastante lo que llevaba hasta ahora. Quería que, en cámara, en televisión, se viera más sencillo y que tuviera los símbolos que me identifican. Lo importante es que me guste a mí; que cuando yo lo vea en el box diga ‘qué bonito, vamos a hacerlo ganar’”.
