Errores que cometes cuando te lavas la cara

-

Lavarse la cara parece el paso más sencillo en una rutina de cuidado de la piel. Es algo que todos llevamos haciendo toda la vida, desde bien pequeños. El problema es que si no lo haces bien, puedes estar causando más daño que bien, y eso puede resultar en algunos problemas bastante significativos, como sequedad, irritación y flacidez prematura y arrugas.

La piel del rostro es distinta a la del resto del cuerpo y tiene necesidades específicas, así no lo parezca a simple vista. Por ello, no es correcto pretender brindarle los mismos cuidados. De hacerlo así, solo se consigue alterarla. 

La forma y los productos que utilizamos para limpiarla no deberían ser triviales si queremos prevenir el envejecimiento o la deshidratación de la piel, así que limitarse a los clásicos agua y jabón es hacerse un flaco favor a uno mismo.

4
Lavarte durante demasiado tiempo

La cantidad de tiempo que pasas limpiando tu cara no se correlaciona con lo bien que la limpias. Lo normal suele ser unos 20 ó 30 segundos, pero más tiempo que ese podría hacer más daño que otra cosa.

Además, frotar en exceso, especialmente cuando estás utilizando un limpiador con gránulos exfoliantes puede provocar irritación y enrojecimiento de la piel. No es necesario sacarle brillo a la piel.

Moja tu cara con un poco de agua tibia y utiliza las yemas de los dedos para aplicar el limpiador en un movimiento circular. Una vez que haya formado una buena espuma, aclara y seca. Y ya, no hace falta esmerarse más de la cuenta.