Sonia Ferrer ha respondido a las críticas feroces que ha recibido contra su físico, a raíz de la publicación de una fotografía suya en bikini en Instagram, por la que le han llegado a llamar anoréxica.
La presentadora de Telemadrid colgó la polémica instantánea el pasado viernes, en la que aparecía feliz, preparando la maleta de las vacaciones, sin imaginar que desencadenaría multitud de descalificativos contra ella como «saco de huesos», «das asco» y otros comentarios que le recriminaban que con esa imagen fomentaba la anorexia.
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En medio de la polémica, la presentadora, de 41 años de edad se ha mostrado muy molesta en el programa ‘Buenos días, Madrid’ y ha rechazado que su imagen sea la de una enferma, al tiempo que ha subrayado que conoce muy de cerca lo que es «esa mierda», en alusión a la anorexia: «Entre los 12 y los 17 estuve en un internado de danza clásica y mi mejor amiga y compañera de habitación se intentó suicidar con 15 años. La directora era bulímica y vomitaba siempre en el baño de mi planta».
Frente a quienes descalifican su cuerpo por no tener grasa, Sonia ha respondido que «es un cuerpo trabajado que se ve es de gimnasio» y ha denunciado que muchos confundan la «la libertad con la ofensa y el insulto y no está bien».