Pese a jugar con una alta presión y con el campo bastante abierto, la Jolaseta seguirá siendo equipo en la máxima categoría del hockey hierba nacional.
El gol del canterano Jose, desconcertaba al equipo natural de Bilbao, donde moralmente los grancanarios se iban arriba, controlando en todo momento el partido hasta que antes del descanso, llegaba el mazazo bilbaíno y empataba el encuentro, marchándose en tablas al tiempo intermedio.
Manu Pérez, pedía tranquilidad a los suyos en el descanso y sólo pedía que tuvieran mucho más cuidado en la banda derecha, donde la Jolaseta era más superior, pero que el ritmo de partido era bueno y sólo quedaba que no se viniesen abajo por el gol recibido antes del descanso.
Ajustadas las líneas, se llegaba al último cuarto con la igualdad a un tanto, donde el entrenador local, daba paso a Juan Muñoz, siendo el mismo el que metiera el 2-1, provocando un extásis total para el equipo y la grada presente en el Anexo de Siete Palmas, teniendo la miel en los labios de forzar el partido de la jornada dominical, con el 2-1.
Pese a ir por delante, el rival, quería jugar en el mediocampo del conjunto insular, donde encontraban el hueco preciso para que pudieran forzar el 2-2, dejando tocados moralmente al equipo capitalino con el empate a dos.
A falta de un minuto, ya a la desesperada, Diego Arana se zafaba de la defensa isleña, donde provocaba un penalti-córner, con el tiempo ya cumplido, donde era materializado y truncado el sueño del ascenso grancanario.
«Ha sido un partido muy difícil, con una grada nunca vista en el Anexo, siendo un gran bajón de moral tras la gran temporada que hemos realizado, la cantera ha sabido hacer lo marcado, sólo espero que la próxima temporada demos lo máximo desde el principio y poder ascender, sin tener que pasar por estos partidos que nos dejan muy tocados físicamente», destaca el entrenador grancanario.
