El Barcelona acabó la Liga algo tocado de ánimo, más que nada por finalizar a cinco puntos del Madrid y esa derrota en la penúltima jornada que dejó a muchos jugadores por los suelos. Sin embargo, en el último choque se lavó un poco la imagen al vencer por goleada a un Alavés que estaba muy feliz por ya haber asegurado la permanencia, pero lo cierto es que aún la temporada no termina. En el panorama se alza la Champions League como la última bala del Barça para salvar la campaña y a eso apuesta un Lionel Messi que sabe que si no cambian las cosas pueden irse en blanco.
Con el objetivo de volver a reinar en Europa, tanto el crack argentino como Quique Setién se han conjurado para salvar la temporada con ese título que tanto desean. Pero para lograr eso, el entrenador cántabro tiene un plan: revolucionar el equipo titular. La vigorosidad que le aportaron algunas piezas nuevas al equipo en los últimos choques le dieron un nuevo aire y una nueva opción al entrenador. Ahora piensa usar a esos jugadores para tratar de eliminar al Nápoles e ir a por todas en esta Champions tan especial.
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Riqui Puig es la apuesta de Messi
Entre las nuevas armas que pudo mostrar el Barcelona en este tramo final fue Riqui Puig. El canterano blaugrana fue una brisa fresca en un mediocampo algo gastado que necesitaba esa vida extra. Con él en el campo, ese juego de toque volvió a aparecer y uno de los que más lo gozo fue Messi que al fin tenía un interprete que hablaba su mismo idioma. La precisión de sus pases y su imaginación al jugar combinan bien con el argentino, que ya lo quiere a su lado para asaltar ese torneo en Lisboa.
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Ansu Fati se merece un puesto
Si Puig fue la revelación en la parte final de la campaña para el conjunto catalán, Ansu Fati fue el descubrimiento de toda la temporada. El canterano participó en un total de 32 encuentros, sumando todas las competiciones y todos dejó una gran impresión. Su desparpajo, calidad, habilidad, velocidad y olfato le permitieron ser figura en varios de esos duelos. Incluso se ha dado el lujo de anotar ocho goles por ahora. Setién sabe que necesita a los que estén en mejor momento para afrontar este reto final y Fati está listo para asumirlo.
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Semedo puede ser un gran riesgo
Nelson Semedo es el una de las grandes interrogantes del Barcelona. Lo que sucede con el lateral portugués es que un día puede hacer el mejor de los partidos en ataque y agitar todo el juego arriba, pero en otros puede perderse en sus propios pensamientos y dejar muy descuidad su banda. Durante toda la temporada se ha ido alternando la posición con Sergi Roberto, pero al ver su buen cierre de temporada en ataque, se podría apostar por él para la Champions; además, de que ha combinado bien con Messi en varias oportunidades. El riesgo siempre estará, pero el lateral puede estar en uno de sus días buenos y eso no se puede desaprovechar.
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Arturo Vidal siempre da un poco más
La vigorosidad de la plantilla blaugrana es sin duda alguna Arturo Vidal. El chileno representa esa ansia de nunca dar un balón por perdido y luchar sin cansancio hasta el final. Su calidad y olfato le han permitido llegar con tino al área rival y marcar goles importantes (Mallorca, Vlladolid…), pero lo más importante es que siempre está atento para ayudar a su equipo en defensa y para ser opción de pase cuando atacan. Setién ya dijo que era «una suerte» tenerlo en el equipo, algo que puede usar para dar ese último esfuerzo en Portugal.
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Frenkie de Jong listo para jugar
Una lesión impidió que Frenkie de Jong contribuyera con toda su capacidad en el tramo final del curso. Al solo poder jugar ante el Mallorca y en los dos últimos choques, pues su aportación no fue la adecuada. Pese a todo lo que se presagia de él, más tras verlo jugar en el Ajax, aún no termina de explotar ese mismo juego de dominio en el Barcelona. No obstante, con pocos partidos por jugar y ya totalmente recuperado, el neerlandés puede ser ese factor diferencial que le sume eso que le falta al Barça para conquistar Europa. Messi lo ha aconsejado mucho esta campaña y una buena forma de agradecerle sería ayudando al equipo con su gran calidad para controlar los tiempos de juego para ganar ese único título que les queda.
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