Xabi Alonso ha decidido poner fin a una costumbre que llevaba años instalada en el vestuario del Real Madrid: las filtraciones. El nuevo técnico blanco ha dado un golpe sobre la mesa y ha dejado claro que bajo su dirección no habrá espacio para las indiscreciones. La orden es firme y directa. No habrá nada de comentarios, rumores o informaciones que salgan del vestuario. Lo que se hable en Valdebebas, se queda en Valdebebas.
El mensaje no ha pasado desapercibido entre los jugadores. Durante una charla reciente, el entrenador transmitió su preocupación por la cantidad de detalles que se filtraban a los medios, desde alineaciones hasta desacuerdos internos o decisiones tácticas.
El silencio vuelve a ser una forma de disciplina en el Real Madrid bajo la dirección de Xabi Alonso
Aunque no señaló a nadie de forma explícita, todos entendieron el aviso. Alonso, serio y respetado, no necesita levantar la voz para hacerse entender. Su autoridad se impone con naturalidad, fruto de su trayectoria y de su forma de liderar.
Fuentes próximas al club aseguran que la decisión se tomó tras varias conversaciones internas con su cuerpo técnico y con parte de la dirección deportiva. Xabi Alonso considera que el vestuario del Madrid debe recuperar el valor de la discreción, un principio que él vivió como jugador bajo entrenadores como Mourinho, Guardiola o Ancelotti. Todos ellos, en su momento, insistieron en que un equipo campeón se construye también desde el silencio.
En el Real Madrid, donde cada gesto se amplifica y cada palabra puede acabar en un titular, mantener la privacidad interna se ha convertido en un reto. En los últimos años han sido frecuentes las filtraciones de alineaciones o tensiones entre jugadores y técnicos, algo que ha incomodado a más de un entrenador. Alonso quiere cortar de raíz esa dinámica. "El grupo debe protegerse desde dentro”, habría dicho durante una de las reuniones.
"El grupo debe protegerse desde dentro"
El técnico donostiarra entiende que el fútbol moderno vive de la exposición mediática, pero cree que el equipo debe ser dueño de su propio relato. Su objetivo es que el foco vuelva a estar en el trabajo, en los resultados y en el juego, no en los rumores. La estrategia busca, además, reforzar el compromiso del vestuario y generar un entorno de confianza. "Si todos se sienten parte de lo mismo, nadie tendrá interés en hablar fuera", apuntan desde su entorno.
El exjugador, que vivió los vestuarios más exigentes del mundo (Real Madrid, Liverpool y Bayern de Múnich), sabe lo que supone convivir con la presión mediática. En todos esos clubes, aprendió que el equilibrio entre lo que se cuenta y lo que se calla puede marcar la diferencia. Su apuesta actual va por ese camino: mantener un grupo unido, sin distracciones externas, centrado en el fútbol y alejado del ruido.
XABI ALONSO ha impuesto una regla clara: se acabaron las filtraciones a la prensa. Bajo su mandO
Esta nueva norma no escrita también tiene un efecto colateral positivo, y no es otro que recuperar la figura del entrenador. Xabi Alonso quiere que los jugadores entiendan que él está al mando, que la jerarquía debe respetarse y que la comunicación con los medios tiene sus canales formales. Su liderazgo es tranquilo, pero no blando. Impone respeto sin necesidad de imponer miedo.
En la ciudad deportiva de Valdebebas, el cambio ya se nota. Hay menos comentarios filtrados, más concentración en el trabajo y una sensación de control que no se veía desde hace tiempo. Algunos veteranos reconocen en privado que este tipo de medidas son necesarias para mantener la armonía en un grupo con tantas figuras mediáticas.
Xabi Alonso sabe que el éxito no depende solo del talento ni de las tácticas, sino también del ambiente que se respira en el vestuario. Por eso, su mensaje ha sido claro desde el primer día: "Unidad, discreción y trabajo". Un lema que, más que una consigna, suena a declaración de intenciones. El Real Madrid, bajo su mando, parece decidido a recuperar el silencio… y a dejar que hable el fútbol.
