Cuidadores, medicina, alimentación... Cuánto cuesta vivir con ELA frente a los 10.000 euros que promete el Gobierno

¿Puede el dinero comprar calidad de vida cuando el cuerpo deja de responder? Esa es la gran pregunta que se hacen miles de familias que conviven con la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad que paraliza los músculos, pero no la mente. El reciente anuncio del Gobierno, que promete hasta 10.000 euros mensuales en ayudas para los casos más graves, ha devuelto la esperanza… y también las dudas.

Porque vivir con ELA es, literalmente, un lujo que muy pocos pueden permitirse. De acuerdo a los datos de 2024, los gastos mensuales de un paciente diagnosticado con ELA pueden superar los 6.000 euros, una cifra inasumible para muchas familias, por no decir, ninguna. Cuidadores, fisioterapia, medicación, equipos médicos, alimentación especial o adaptación del hogar (por mencionar tan sólo algunos, porque la lista puede ser muy larga) convierten el día a día en una carrera de resistencia económica, pero sobretodo emocional.

La realidad tras los números: cuánto cuesta realmente vivir con ELA

La realidad tras los números: cuánto cuesta realmente vivir con ELA
Solo los equipos médicos pueden suponer un desembolso inicial de decenas de miles de euros. Fuente: Agencias

Mantener una vida digna con ELA requiere una inversión constante. En 2024, los estudios de asociaciones de pacientes estimaban que el coste medio mensual oscilaba entre los 4.000 y los 7.000 euros, dependiendo del nivel de dependencia. Solo los equipos médicos pueden suponer un desembolso inicial de decenas de miles de euros. Un respirador puede costar entre 10.000 y 15.000 euros, una cama articulada cerca de 3.000, y una silla adaptada puede alcanzar los 20.000 euros.

Publicidad

A estos gastos hay que añadir las terapias de mantenimiento. La fisioterapia, la rehabilitación respiratoria o la logopedia son tratamientos esenciales para mantener cierta autonomía. Sin embargo, su coste mensual suele superar los 1.000 euros, lo que obliga a muchas familias a reducir su frecuencia o prescindir de ellas. En este contexto, las ayudas públicas existentes actualmente para pacientes diagnosticados con ELA, suelen ser insuficientes o tardan demasiado en llegar (cuando existen), dejando a los pacientes en una situación de vulnerabilidad constante.

La promesa del nuevo grado de dependencia extrema y la ayuda de hasta 10.000 euros mensuales podría cambiar este panorama y la vida de muchas familias, pero todavía hay muchas incógnitas. Las asociaciones piden que el sistema sea ágil, siendo la rapidez en la entrega la mayor preocupación, además de la transparente y el carácter universal, para evitar que las familias tengan que endeudarse o recurrir a campañas solidarias mientras esperan una ayuda que, en muchos casos, llega tarde.

Cuidadores y atención 24 horas: el verdadero corazón del día a día

Cuidadores y atención 24 horas: el verdadero corazón del día a día
Contratar un cuidador puede costar entre 1.500 y 2.000 euros al mes. Fuente: Agencias

En los casos avanzados de ELA, la atención constante es imprescindible. Los pacientes pierden progresivamente la movilidad y la capacidad de hablar o respirar por sí mismos, por lo que necesitan cuidadores profesionales las 24 horas del día. Contratar un cuidador puede costar entre 1.500 y 2.000 euros al mes, pero la mayoría de las familias requiere dos o tres para cubrir turnos continuos, lo que dispara el gasto hasta los 4.500 o 6.000 euros mensuales.

A menudo, los familiares se convierten en cuidadores improvisados. Muchos dejan sus empleos o reducen su jornada para atender a su ser querido, lo que añade una pérdida de ingresos y un desgaste emocional enorme. La ELA no solo transforma la vida del paciente, sino también la de todo su entorno, que debe adaptarse a una rutina exigente, marcada por la dependencia total y la incertidumbre, es decir, el diagnóstico de la enfermedad es para la familia completa.

El objetivo de la ayuda de 10.000 euros mensuales es precisamente cubrir este tipo de situaciones extremas, que desafortunadamente se dan en muchas familias actualmente. Si se implementa correctamente, podría significar que las familias puedan contratar cuidadores especializados sin tener que sacrificar su estabilidad económica. Aun así, las asociaciones recuerdan que el dinero, por sí solo, no soluciona el problema, también se necesita formación, apoyo psicológico y acompañamiento profesional, aspectos que suelen pasar desapercibidos.

Alimentación, terapias y gastos ocultos: el día a día que no sale en los titulares

Alimentación, terapias y gastos ocultos: el día a día que no sale en los titulares
Adaptar la vivienda también implica un esfuerzo económico notable. Fuente: Agencias

Más allá de los equipos médicos y los cuidadores, existen otros costes invisibles que incrementan la factura mensual de quienes viven con ELA. Uno de ellos es la alimentación. Muchos pacientes pierden la capacidad de tragar y necesitan nutrición enteral o dietas especiales, lo que supone entre 300 y 500 euros más al mes. Los suplementos, las vitaminas y los alimentos de textura modificada también elevan los gastos.

Otro apartado clave son las terapias complementarias. Las sesiones de fisioterapia a domicilio, logopedia o estimulación cognitiva son imprescindibles para mantener la calidad de vida, por mencionar las más importantes. En 2024, una sesión de fisioterapia a domicilio costaba entre 40 y 60 euros, y la mayoría de pacientes requería varias por semana. Sumando todas estas intervenciones, el gasto podía superar fácilmente los 1.000 euros mensuales, sin contar desplazamientos ni materiales.

Publicidad

Por último, adaptar la vivienda también implica un esfuerzo económico notable y desafortunadamente es una de las primeras que tienen que asumir las familias afectadas. Rampas, puertas más anchas, baños accesibles, grúas o sistemas de domótica son inversiones que pueden superar los 20.000 euros. Son mejoras necesarias para poder vivir en casa con seguridad, pero la mayoría de las familias debe afrontarlas sin apenas ayudas.

Más que dinero: el valor de la vida y la dignidad

Más que dinero: el valor de la vida y la dignidad
Es una cuestión de justicia social, no solo de compasión. Fuente: Agencias

La ayuda de hasta 10.000 euros mensuales recientemente aprobada representa un paso histórico en la atención a las personas con ELA y llega en un momento cumbre, dada la situación económica a la que se enfrentan muchas familias actualmente en España. Por primera vez, el Estado reconoce que esta enfermedad exige un apoyo económico real, específico y sobre todo sostenido. Sin embargo, el desafío está en garantizar que estas ayudas lleguen a tiempo y se gestionen con rapidez, sin burocracia excesiva ni retrasos.

Porque más allá de los números, vivir con ELA es una cuestión de dignidad. Es poder mantener la autonomía dentro de lo posible, seguir comunicándose con los seres queridos, y recibir los cuidados que cada persona necesita sin depender de la suerte o de campañas solidarias. Es una cuestión de justicia social, no solo de compasión, que es la parte que gran parte de la sociedad no entiende, la calidad de vida de estas personas es un derecho.

En última instancia, los 10.000 euros prometidos pueden marcar la diferencia entre sobrevivir y vivir con dignidad. Pero también deberían servir para abrir un debate más profundo, el de cómo queremos cuidar, como sociedad, a quienes más lo necesitan, y en este caso específico, a las personas diagnosticadas con esta terrible enfermedad. Porque cuando el cuerpo se apaga, lo que de verdad importa no es el dinero, sino el respeto, la empatía y el acompañamiento.

Publicidad