Dicen que las primeras veces nunca se olvidan. Y para Xabi Alonso, el próximo Clásico no será una cita más del calendario. Será el primer gran examen de su carrera como entrenador del Real Madrid.
El técnico tolosarra, que llegó al banquillo blanco tras su exitoso paso por el Bayer Leverkusen, se enfrenta nada menos que al Barça en su estreno en el duelo más mediático del fútbol español. Una cita que, a lo largo del siglo XXI, ha marcado el destino de varios entrenadores madridistas.
El Santiago Bernabéu, escenario de noches históricas y de algunas heridas difíciles de cerrar, volverá a ser el epicentro de un partido que trasciende lo deportivo. Para muchos entrenadores, debutar en un Clásico ha significado un punto de inflexión en su trayectoria. Algunos salieron reforzados, otros, señalados. Xabi Alonso está a punto de descubrir en cuál de los dos grupos acabará su nombre.
La historia del Clásico tiene más tropiezos que alegrías
Desde la temporada 2003/2004, cuando Carlos Queiroz se estrenó en el banquillo blanco, hasta hoy, el último Xabi Alonso, doce entrenadores distintos han dirigido su primer Clásico frente al FC Barcelona. Si se excluyen las segundas etapas de Carlo Ancelotti y Zinedine Zidane, el balance no resulta demasiado esperanzador: solo cuatro de ellos consiguieron ganar.
El primero fue Carlos Queiroz, que en noviembre de 2003 logró una importante victoria (1-2) en el Camp Nou con goles de Roberto Carlos y Ronaldo Nazario. Después llegaría Vanderlei Luxemburgo, quien en 2005 firmó un espectacular 4-2 en el Bernabéu que reavivó la ilusión de un equipo entonces irregular. Bernd Schuster repitió éxito en su estreno (0-1) en 2007, mientras que el último en lograrlo fue Carlo Ancelotti, que en 2013 derrotó al Barcelona por 2-1 con un Real Madrid que empezaba a moldear su estilo bajo el mando del italiano.

Cuatro victorias en doce estrenos: apenas un 33% de éxito para los técnicos debutantes. Una estadística que subraya la magnitud del desafío al que se enfrenta Alonso. El Clásico no perdona errores, y suele convertirse en un termómetro brutal del estado del equipo… y del entrenador.
El Bernabéu, un escenario que pesa
De esos doce primeros Clásicos, solo tres se jugaron en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, en casa el balance mejora considerablemente: dos victorias y una derrota. Luxemburgo y Ancelotti lograron triunfar en el coliseo blanco, mientras que Rafa Benítez fue la excepción más dolorosa.
El técnico madrileño vivió su debut en noviembre de 2015 con un 0-4 en contra que todavía se recuerda. Aquella goleada, con Luis Suárez y Neymar brillando, marcó un antes y un después. El vestuario perdió confianza, la grada se encendió y el presidente Florentino Pérez no tardó en mover ficha. Zidane ocuparía su lugar poco después, y el resto es historia.

El caso de Julen Lopetegui no fue mejor. En 2018 sufrió una durísima derrota por 5-1 en el Camp Nou, con la famosa “manita” que le costó el cargo a los pocos días. Su relevo, Santiago Solari, también se estrenó aquel curso ante el Barcelona, aunque con algo más de fortuna: logró un empate (1-1) en la Copa del Rey que, al menos, sirvió para detener la sangría momentáneamente.
Xabi Alonso, de jugador a protagonista en el banquillo
Ahora, más de un lustro después, es Xabi Alonso quien afronta el reto. No es un Clásico nuevo para él. Durante su etapa como jugador del Real Madrid, disputó 22 enfrentamientos ante el Barcelona, con un balance equilibrado: siete victorias, siete empates y ocho derrotas. En el campo fue un líder sereno, un mediocentro táctico e inteligente que entendía el juego como pocos. Ahora deberá aplicar esa misma lectura desde el banquillo.
Su debut se produce, además, en un contexto exigente. El Real Madrid busca consolidar su proyecto tras la salida de Ancelotti, mientras el Barcelona llega con la ambición de reafirmar su nueva etapa. La figura de Alonso genera ilusión entre los aficionados madridistas, pero también una enorme expectación. El técnico, que ha demostrado en Alemania su capacidad para construir equipos sólidos y atractivos, tendrá que mostrar su carácter en un escenario donde no hay margen de error.
El Bernabéu, talismán o juez
El Clásico del debut de Xabi Alonso marcará el tono de su era en el Real Madrid. Ganar sería el mejor impulso posible: el estadio lleno, la afición entregada y el vestuario convencido de su liderazgo. Perder, en cambio, podría alimentar dudas tempranas en un entorno tan exigente como el madridista.
La historia reciente dice que los entrenadores que ganaron su primer Clásico en casa consolidaron su proyecto. Luxemburgo duró poco, pero Ancelotti construyó a partir de ahí un equipo campeón de Europa. Xabi Alonso lo sabe: el Bernabéu puede ser su mejor aliado… o su primer juez.
En cualquier caso, la cita ante el Barcelona será más que un partido. Será el punto de partida de una nueva etapa. Un Clásico para medir ambiciones, estilo y carácter. Y, sobre todo, la oportunidad para que Xabi Alonso comience a escribir su propia historia en el banquillo blanco.







