‘American Idiot’ de Green Day a sus 20 años: Ópera del siglo XXI

En 2024, con la banda en el salón de la fama del rock y con su concierto en Madrid lleno con meses de antelación, es difícil pensar que en 2004 Green Day eran vistos como una reliquia y un chiste. La banda conformada por Billie Joe Armstrong, guitarra y voz, Trè Cool, batería, y Mike Dirnt, bajista, no había conseguido grandes éxitos después de ‘Dookie’ su disco de 1994, y era simplemente una parte de la escena pop punk que había sido devorada por Blink 182. Es cierto que aún entonces su influencia era evidente, pero eran simplemente vistos como una banda de los 90 que podía vivir de la nostalgia. 

Entonces ocurrió ‘American Idiot’. Lanzado en septiembre de ese año, pero compuesto durante la campaña presidencial que terminaría reeligiendo a Bush, el disco revitalizó a la banda y al género y se transformó en el disco de protesta por excelencia para los millennials que atravesaban su adolescencia en ese momento. El secreto que Armstrong, sin duda uno de los compositores del rock en cuanto a su capacidad para crear melodías con un profundo efecto emocional con un par de acordes, es que su visión política empezó siempre en lo personal y no es casual que esto le permitiera conectar con sus contemporáneos. 

Esto no quiere decir que el disco no tenga grandes aspiraciones. Green Day aborda la construcción de un disco de protesta del mismo modo que The Who o Andrew Lloyd Webber: Como una ópera. A veces sinsentido lógico, pero siempre con una sólida base emocional, las 13 canciones del disco cuentan la historia ‘Jesus of Suburbia’, un adolescente cualquiera de ningún lugar, Estados Unidos que se encuentra con un país que solo está interesado por él para tener un trabajo de oficina o para ir a morir en una guerra. 

Es simple, sí, y es profundamente adolescente, pero emocionalmente funciona y en el camino la banda se permite explorar la relación de su país con la guerra en ‘Holiday’, las primeras señales de la epidemia de adicción a los opiáceos que hoy invade Estados Unidos en ‘Give me Novocaine’, o el duelo en ‘Boulevard of Broken Dreams’ (sin relación con el de Sabina). Es que las mejores canciones de rock suelen ir de la mano con las emociones, los deseos y la rabia de la gente joven, y este disco no es la excepción.

Mención aparte merece el tema que da título al disco. ‘American Idiot’ es una canción que explota contra buena parte de la cultura norteamericana, esa que aprecia vivir en un pueblo pequeño, trabajar en una fábrica, ir a las reuniones del KKK los fines de semana y ver los mismos canales de televisión hasta jurar que siempre son el mejor país del mundo. La canción ha sido adoptada varias veces como himno de protesta desde su lanzamiento, y los miembros de Green Day comentan que se plantearon quemar una bandera durante sus interpretaciones en vivo. 

EL DISCO CONTRA LA GUERRA DE IRAQ POR EXCELENCIA

Así como la guerra de Vietnam terminó inspirando buena parte de la música pop de la segunda mitad de los 60 y de los 70 en Estados Unidos, ‘American Idiot’ es una respuesta directa a la guerra de Iraq y a las decisiones tomadas por su país en relación con la misma. Sin embargo, esto también permitió que entrara en rotación en otros países como tema de protesta. ç

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Es cierto que debido a la forma de abordar las canciones, Green Day no pasa todo el disco nombrando la situación, solo dos la nombran directamente la que da título al disco y ‘Holiday’. Pero la misma permea toda la obra, con canciones como ‘Wake me up when september ends’ o ‘Boulevard of broken dreams’ llenas de imágenes relacionadas con el terror de la guerra, y a lo que la banda veía como una invasión innecesaria. 

VOLVER A GREEN DAY POR QUÉ LOS ADOLESCENTES SON TODOS IGUALES

Es cierto que parte de la potencia de la música de Green Day es la inmadurez de la banda en algunas cosas. Son temas profundamente adolescentes, aquí aplicados al caso específico de una era en el país donde el grupo se formó. Pero también son canciones sobre sentir que no perteneces a un sitio, sobre ser parte de una maquinaria que no quieres o comprendes y sobre las ganas de hacerla explotar. 

Aun a sus 32 años, Billie Joe Armstrong entendía esta realidad, y dado que ha usado las mismas canciones para apuntar contra el gobierno de Donald Trump, y contra su campaña a la reelección, parece que tanto él como el resto de Green Day lo siguen entendiendo.