En España, cualquier trabajador podrá ser despedido, con independencia de si existe una causa o no. Ahora bien, existen situaciones que pueden proteger a los trabajadores, cuando se presume han sido despedidos de forma injusta. Si ese es tu caso, conoce cómo hacer un reclamo por despido improcedente y qué pasos debes dar para reclamar indemnización despido.
Despido improcedente, ¿qué significa?
Con el mejor asesoramiento laboral es posible determinar si el despido realizado, haya sido disciplinario u objetivo, resulta improcedente. Se considera que un despido es improcedente cuando el empleador decide terminar con la relación laboral sin acatar el ordenamiento jurídico.
Por ejemplo, si se comprueba que el empleador ha incumplido algún requisito legal en torno al despido, se considera no procedente el despido. También, cuando el despido no está amparado en causas establecidas por el Estatuto de Trabajadores. En cualquiera de estos casos, el apoyo de un despacho como Forcam Abogados es vital para reclamar tal despido y cobrar la indemnización correspondiente.
¿Qué hacer si ocurre un despido improcedente?
Si el empresario no asume, por cuenta propia, el despido improcedente, y paga la indemnización de 33 días por cada año trabajado, entonces es necesario proceder de la siguiente manera. Es preciso, antes de acudir a instancias judiciales, emprender un acuerdo de conciliación. Este paso puede culminar en la aceptación de la improcedencia del despido y pago de indemnización, o en un juicio legal.
Siempre valdrá la pena hacer el reclamo por un despido improcedente. El fallo en estos casos podría ser la restitución del trabajo o recibir el pago de indemnización conforme a los años de servicios trabajados. Por supuesto, la asesoría de un abogado experto en el área laboral puede ayudar a ejecutar el proceso y lograr el fin benéfico: la indemnización.
¿Qué tipo de indemnización se logrará al reclamar un despido improcedente?
En realidad, lograr una indemnización por despido improcedente no es fácil, pues en el Estatuto de Trabajadores es la compensación más elevada. Ahora bien, para evitar cualquier excusa por parte del empleador, es preciso contar con la asesoría legal adecuada.
El abogado informa a su cliente que el cálculo de estas indemnizaciones se realiza en función del período desde el que se firmó el contrato laboral. Por eso, si un trabajador que ha sido contratado a partir de febrero de 2012, y su posterior despido resulta improcedente, se calcula su indemnización con base en 33 días de sueldo por año.
En cambio, cuando el contrato de trabajo haya sido firmado antes de febrero de 2012, la indemnización debe calcularse por tramos. Serán entonces 45 días de sueldo por cada año, hasta febrero de 2012; a partir de entonces, y hasta su despido, el otro cálculo se realizará con base a 33 días de sueldo por cada año.
El empleador tendrá un plazo para pagar esta indemnización. De negarse a hacer el pago de esta compensación, el trabajador despedido podrá comenzar un juicio para reclamar una cantidad laboral por el despido improcedente. En tal caso, la ayuda de un abogado especializado es de vital importancia para conseguir el pago que por derecho corresponde al trabajador.
