Hígado encebollado: el truco para que sepa más suave y guste a todos

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La receta de hígado encebollado suele tener su propio club de fans, pero también un buen grupo de detractores que se oponen a consumirlo, pues, consideran que su sabor es algo fuerte; sin embargo, tal como sucede con los riñones al Jerez, prepararlo perfecto y lograr que quede con un sabor delicioso que guste a todos es más fácil de lo que crees.

Esta víscera considerada deliciosa para muchos y odiada por otros, es en realidad muy sabrosa y llena de importantes nutrientes que se aprovechan al máximo. La clave está en prepararla de manera correcta y por supuesto, en aplicar este truco que hará que esté más suave y que guste a todo aquel que la pruebe. 

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Cómo cocinar el hígado encebollado

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Una vez que la cebolla comienza estar tierna, toma una cuchara, coloca la cebolla hacia los lados de la sartén y justo en el centro coloca el hígado para que esté se vaya sellando y tomando color.

Cuando notes que el hígado está dorado, dale la vuelta para que esté de esta manera por ambas caras. Apenas el hígado este perfectamente sellado y dorado, remuévelo bien con la cebolla.