La inflación beneficia al Gobierno y machaca a pobres y clase media

Por desgracia hace ya meses que la inflación es protagonista de la actualidad económica y por ende social. Y es que tiene una influencia tan grande, que su desboque o control es clave para el futuro de un país, en este caso de España. Con su «tira y afloja», controlado o no, puedes favorecer un frente pero perjudicar otro. Los economistas avisan que este tipo de inflación puede derivar en una recesión, o lo que es peor, estanflación, es decir, inflación más recesión.

Pero quien piense que es un drama para el ciudadano pero también para el país, no es del todo cierto. Se ha sabido el último informe de recaudación del Gobierno: en octubre ha batido el récord mensual, con más de 1.500 millones de euros recaudados. Dos claves principales: a más inflación, más recaudación por IVA y por tanto más dinero en impuestos; y otra tanto o más importante, y es que España es uno de los países más endeudados, y cuando tienes deudas la inflación es una bendición porque deberás menos.

LA INFLACIÓN CASTIGA AL GRUESO DE LA POBLACIÓN

En realidad castiga a todos, menos al Estado, pero los de gran poder adquisitivo y clase alta, aun notando las subidas, incluso mayores en proporción, no les supone un cambio de costumbres o una merma en su patrimonio, al menos importante. Sin embargo, para la clase baja y media, puede suponer no cubrir las necesidades básicas o no llegar a fin de mes, o si llegan, tras haber renunciado a otros gastos.

Esto ya pasó en la crisis del petróleo de 1973 o en la crisis de las ‘punto com’ del 2000 y sobre todo en la de 2008. Pero esta crisis es más profunda y vaticinada como larga, quizá hasta finales de década. Se suma que España es el único país de OCDE que no ha recuperado el nivel económico pre pandemia. En el escenario más optimista, se espera que lo logremos para finales de 2024, mientras otros lo sitúan incluso más cerca de 2030, es decir, una década perdida.

Inflación

EL IMPUESTO Y «COMEDOR» DE DINERO SILENCIOSO

Se fomenta el consumo, pero el español medio cada vez puede y debe consumir menos si quiere sobrevivir. El que puede ahorra algo, pero esos ahorros al final se van mermando por la misma inflación, hasta el punto de que, con la inflación actual, cualquier dinero que tengas parado pierde un 20% de valor en 10 años. Al final, más vale gastarlo o lograr una inversión que al menos iguale o bata algo a la inflación.

De todas formas, la clase baja, media-baja e incluso media, ya no se puede permitir ni ese lujo. La inflación más alta pesa más sobre los que menos tienen, y si además no hay ahorro, el efecto es de bola de nieve, y menos aún podrán ahorrar salvo que lograran una subida salarial superior a dicha inflación o encontrar un mejor empleo, algo también complicado en un país con una tasa de paro tan elevada, salarios tan bajos y estructura económica de bajo valor añadido. Este último factor se traduce en que España necesita siempre un crecimiento por encima del 2,4% para poder crear empleo, algo utópico a corto y medio plazo.

¿Y qué solución dan los políticos? Pues el Gobierno pocas, y menos aún si esta inflación supone un dineral para las arcas públicas y una reducción sustancial de deuda, con lo que las cuentas logran un importante alivio, en un país que, de no ser por la compra de deuda europea y las ayudas, estaría en quiebra técnica. Afortunadamente, como siempre se ha dicho, no dejarán caer a la cuarta economía de la zona euro, no es el caso de Grecia, al menos por ahora. Luego está Podemos, que aboga por soluciones tan bizarras y antediluvianas como el trueque y el cooperativismo.

Dinero E Inflación

TRAMPAS AL SOLITARIO

En medio de todo este panorama, el ciudadano ni siquiera tiene los datos reales de inflación, ya que se maquillan o calculan de otra forma digamos creativa, no como mandan los cánones macro. La inflación cerró el mes de octubre en un 7,3%. ¿Es un dato real? Sí y no, ya que depende de lo que agregues en el IPC. En el caso de España, como tiene más peso la energía, si baja, como ha ocurrido en las últimas semanas, se refleja más en proporción, aunque el consumidor vea que ha subido más en alimentación o en textil.

Pero hay más, y seguimos «peleando» con la estadística, algo que usa el Gobierno en su beneficio. De nuevo el IPC en la palestra. El mensual se calcula como el cambio interanual en el valor de los bienes y servicios incluidos en el estudio de referencia que elabora el INE. Así, en octubre de 2022 lo comparamos con el mismo mes de 2021. Ya que la crisis inflacionista empezó a coger fuerza el pasado año, el aumento del presente ejercicio resulta aparentemente menos intenso, aparte que si sube menos la inflación, parece que baja, cuando en realidad sigue subiendo, aunque menos, y se acumula.