Escapar de tu país para encontrar una vida mejor no es nada fácil de hacer. Piensa que dejas atrás todo, desde tu familia a tus amigos. Y todo, generalmente, por cumplir un sueño. Este es el caso de estos jugadores de fútbol que escaparon de sus países persiguiendo su sueño y hoy son grandes estrellas.
A continuación vamos a conocer a alguno de esos jugadores de fútbol que decidieron dejarlo todo atrás para vivir su propio sueño, el de estar en un gran campo de fútbol siendo aclamados por el público, ¿No es cierto?
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Carlos Tévez
Cuando tenía cinco años, el jugador de fútbol argentino perdió a su padre al recibir la cantidad de 23 balazos durante un tiroteo en el peligroso barrio de Fuerte Apache. Poco después de este terrible suceso, la madre de este jugador de fútbol decidió abandonarlo. Diez meses después, a Carloz le cayó agua hirviendo y las personas que lo trasladaron al hospital lo cubrieron con mantas de nylon. Las cicatrices que le quedaron fueron muy intensas.
Después de salir del hospital, Carlos quedó a cargo de sus tíos maternos y fue ahí cuando comenzó su carrera deportiva. Pronto le llegó una oportunidad para ponerse la camiseta del Manchester United, por lo que su felicidad era inmensa.
Una vez en el equipo, el jugador de fútbol recibió la noticia de que su hermano biológico y su cuñado habían sido arrestados por intentar robar un camión blindado. Por si fuese poco, en 2014, el tío que lo adoptó cuando se quedó solo sufrió un secuestro exprés y el jugador de fútbol sufrió muchísimo. No obstante, él ha seguido su carrera deportiva y es uno de los jugadores de fútbol más aclamados.
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Cristiano Ronaldo, uno de los jugadores de fútbol que más ha triunfado
Hoy es una de las estrellas más grandes del fútbol, pero sus comienzos no fueron nada fáciles. Cristiano nació en 1985 en Madeira, Portugal, en una familia de clase muy baja. Su padre trabajaba como jardinero y su madre como cocinera. Después de ser expulsado del colegio por atacar a un profesor con una silla, Ronaldo decidió dedicarse profesionalmente al fútbol. ¿Cuál fue el problema? Que poco después tuvieron que someterlo a una operación de corazón.
Cristina se centró en él y en su sueño, jugar al fútbol. Se enfocó en el juego ya que, además, le hacía desconectar de los problemas que tenía en casa. Su padre era adicto al alcohol y su madre lo sufría muchísimo. Además, su padre murió cuando él apenas tenía 20 años. Una desgracia.
Tuvo un período oscuro del que se levantó muy rápido para ayudar a su familia. Hoy en día es uno de los jugadores de fútbol mejor valorados y mejor cotizados.
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Zlatan Ibrahimovic
El jugador ¡nació en un guetto de Malmo, Suecia, y sus padres se separaron cuando el tenía sólo dos años. Sin recursos, Zlatan se vio obligado a robar desde bicicletas hasta automóviles para llegar a cumplir su sueño de ser futbolista. En una de las ocasiones, según ha confesado, le robó la bicicleta a su entrenador, aunque él no sabía de quién era.
La frustración del joven se convirtió en ira dentro del campo de fútbol. Cuando se unió al club de su ciudad, sus propios compañeros pidieron su expulsión debido a su mala conducta. Pero aprendió a moderar su temperamento y pronto se convirtió en una estrella en el Ajax, para después obtener títulos con el Juventus, Inter Milan, AC Milan, Barcelona y Paris St-Germain. Se ha convertido en un jugador muy bien valorado.
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Victor Moses
El jugador vivía tranquilo en Nigeria, pero en el año 2002, en Nigeria se decretó la ley islámica que ponía en riesgo a su familia, que es de tradición cristiana. Una tarde, mientras él estaba jugando con sus primos, su tío se acercó pare decirle que habían asesinado a sus padres y que él debía huir si no quería tener el mismo final.
Con tan solo 11 años, Victor llegó a Inglaterra y permaneció escondido por un tiempo hasta que pudo regresar al campo de fútbol, donde su talento natural y dedicación le concedieron un puesto en la alineación del Stoke City. Desde ese momento, el futbolista ha transitado por los equipos ingleses más exitosos, desde el Liverpool hasta el Chelsea.
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Piermario Morosini
Cuando Morosini cayó muerto sobre el césped de la cancha en 2012, se cerró una historia de vida marcada por la tristeza. Todo comenzó en 2001, cuando el italiano perdió a su madre y 24 meses después, también a su padre. En medio de esas dos muertes ocurrió una tercera, cuando Francesco, hermano del futbolista, se suicidó debido a una profunda depresión.
Pese a la adversidad, Morosini siempre conservó una sonrisa y su pasión por el juego. Tras el fallecimiento del joven, su gran amigo Antonio Di Natale, también futbolista, se hizo cargo de su hermana discapacitada.
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Jakub Blaszczykowski
El pequeño ‘Kuba’ tenía sólo once años cuando vio a su padre, Zygmunt, apuñalar hasta la muerte a la madre del chico tras una discusión de pareja. El trauma fue tan grande para el menor que pasó cuatro días sin hablar ni comer. A partir de ese momento, el jugador cortó toda relación con su padre, quien pasó quince años en prisión. Jakub sólo se reunió con su padre en 2012, durante su funeral.
Luego de ese terrible evento, Jakub estuvo tentado a dejar el deporte debido a la depresión, pero su tío Jerzy Brezczec, ex capitán de la selección de Polonia, lo evitó. Ahora cada vez que el futbolista hace un gol, señala al cielo para dedicárselo a su madre.
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Franck Ribéry, uno de los grandes jugadores de fútbol
El francés lleva un duro recordatorio de su pasado en el rostro. Al nacer, el jugador fue abandonado en un convento de monjas donde se crío. Más tarde, con apenas dos años, Ribéry tuvo un accidente vehicular, en el cual se impactó contra el parabrisas, lo que le provocó los característicos cortes que marcan su rostro y le dieron el apodo de “Scarface”, en referencia a la cinta de Al Pacino.
Cada día Ribéry enfrentaba bullying por parte de sus compañeros en la escuela y el convento, de donde se escapaba constantemente para jugar futbol. Franck no dejó de entrenar ni siquiera cuando tuvo que trabajar como albañil para sobrevivir. El esfuerzo valió la pena, ya que el francés acumuló numerosos títulos con el uniforme del Bayern Munich y fue elegido como el mejor jugador europeo en 2013.
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Hope Solo
La estrella de la selección estadounidense comenzó su vida detrás de las rejas ya que fue concebida durante una visita marital de su madre a su padre, Jeffrey John, un delincuente habitual. John incluso llegó a robarse el dinero que Hope y sus amigas recaudaron como scouts a los siete años. Además de ser alcohólico, el padre de la futbolista la raptó a ella y a su hermano durante una temporada y es por eso por lo que volvió a prisión.
A pesar del caos que era su infancia, Hope encontró un poco de paz cuando su padre se reformó y comenzó a asistir a todos sus encuentros deportivos. Esta devoción hacia la jugadora siguió a John hasta la muerte, cuando en 2007 tuvo un ataque fulminante al corazón mientras se dirigía a Nueva York para ver un partido de la jugadora de fúbtol. No obstante, Hope logró superar el dolor y ganó las medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012.
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