A todos nos ha pasado más de una vez que vamos a algún sitio, requerimos de un servicio o compramos un producto y el resultado es pésimo. Muchas personas se quedan con el disgusto y siguen con sus vidas, pero otros toman cartas en el asunto y escriben cartas de queja para describir sus terribles experiencias.
No es muy común quejarse con alguna empresa o compañía, sin embargo, existen muchas personas que lo hacen. Y es por eso que hoy te traemos las mejores cartas de queja para que te entretengas un rato con los tragedias que otras personas tuvieron que experimentar. Ponte cómodo y prepárate para reírte a carcajadas.
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Un “Jabba el Hutt” australiano
Existen muchas cartas de queja, pero ninguna tan enredada como ésta. Un australiano llamado Rich Wisken tomó un vuelo interno de Perth a Sidney, pero terminó protagonizando un escena digna de una comedia. Wisken había pagado $25 dólares extra para asegurarse que su asiento estuviera detrás de la salida de emergencia.
Rich quería ése siento para poder estirar las piernas, pero terminó mucho más apretado, dado a que tuvo que compartir el espacio con un “Jabba el Hutt” (un personaje de Guerra de las Galaxias). El pasajero australiano intentó cambiar de asiento pero no pudo. Lo bueno es que la aerolínea le dio un reembolso completo.
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La furia de James Lockey
Ésta es una las cartas de queja más famosas, la cual ha sido compartida más de 70.000 veces en internet. Aquí el autor refleja la “fantástica experiencia” que tuvo que vivir. ¿Y cuál era el objeto de su furia? Pues en éste caso, eran los empleados de Ryanair, una aerolínea irlandesa culpable de que James perdiera su vuelo hacia Bratislava.
Cuando la familia Lockey llegó al aeropuerto, uno de los empleados de Ryanair los había mandado a una fila de facturación equivocada, asegurándoles que llegaría a tiempo para su vuelo, pero no lo hicieron. Una trabajadora les informó que había cerrado el vuelo en ése instante. Y la aerolínea irlandesa no hizo nada al respecto.
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Cartas de queja para el peor hotel en Gran Bretaña
Recientemente, una encuesta ha revelado que la cadena Hoteles Britannia recibe muchas quejas por parte de sus huéspedes. Y así lo confirma Anthony Matthews, quien visitó la franquicia en Primrose Hill Road. Muchas cartas de queja están llenas de humor, y ésta no es la excepción. Con sarcasmo, Anthony describe su experiencia.
Matthews se queja de la iluminación del hotel, diciendo que no tiene sentido tener una decoración “tan bonita” si la habitación está demasiado oscura. Y Anthony remata al agradecer por un desayuno cocinado de manera fresca el miércoles por la mañana, el problema es que quizás era un poco tarde que se lo sirvieran el viernes.
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Una carta un poco “sútil”
De todas las cartas de queja, creemos que ésta es la más creativa. El autor de la misma se llama Bobby Freeman, quien solicitó un reembolso por su billete de tren a una compañía de Gran Bretaña. La misma le comunicó cordialmente por carta que no era posible reembolsarle el billete, dado a que ya se había vencido el plazo de 28 días.
¿Cuál fue la respuesta de Freeman? Le respondió a la compañía acusando por última vez el recibo y añadiendo el siguiente mensaje: “Adjunto su carta y verán que me he tomado la libertad de enrollarla, lo que hará que sea más fácil introducirla por su…” (El resto del mensaje lo dejamos a la imaginación de los lectores).
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Un hombre escatológico
Muchas cartas de queja se pierden con el pasar de los años, pero ésta no. La heredera de la misma la compartió en internet y se volvió viral. El autor, quien estaba sentado en el puesto 29E, describe con mucha ironía y lujo de detalles el infierno por el que tuvo que pasar. Lo más gracioso es que el pasajero hasta se tomó la libertad de hacer un dibujo.
“…Es difícil decir qué es lo peor de sentarse en el 29E. ¿Es el hedor del fluido desinfectante que emana del baño sobre mi cuerpo cuando se abre la puerta? ¿El sonido constante de la cadena? ¿O son los culos de los pasajeros que parecen encajar en mi espacio personal?” La carta sigue y sigue, con mucho más sufrimiento.
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Una bazofia llamada “bollo”
En enero de 2009, la pasajera de un vuelo de Virgin Airlines decidió coger el teclado y el ordenador para escribir una carta al presidente de la aerolínea, donde se quejaba de la comida que le sirvieron en su vuelo. En ésa época, las cartas de queja no se hacían virales, sin embargo, ésta llegó a todas partes y se hizo mundialmente famosa.
La desencantada pasajera protestaba por un bollo que le habían servido en su vuelo desde Dubái hasta Londres. La pasajera incluso se tomó la libertad una terrorífica instantánea del bollito que le habían dado. Tan famosa se hizo ésta queja que hasta el presidente de la aerolínea llamó a la autora para agradecerle por su “irónica” misiva.
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La travesía de Arthur Hicks
Arthur Hicks tuvo el viaje más accidentado de su vida. Lo que iban a ser unas vacaciones en el Caribe, comenzaron con un infernal periplo por los aeropuertos de distintas islas. Existen muchas cartas de queja, pero ésta fue tan divertida que Richard Branson, dueño de Virgin Airlines, la compartió con sus 3 millones de seguidores.
“La mayoría de aerolíneas con las que he viajado simplemente se preocupan en llevarme del punto A al B lo más rápido posible. Sin embargo, ustedes nos permitieron pasar no por uno ni por dos, sino por seis magníficos aeropuertos«. El estadounidense sufrió ésta dantesca travesía en menos de 24 horas hasta llegar a Tórtola.
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No puedo “comer una milanesa en paz”
Ignacio Ocampo es actor, músico, productor de vídeos y un gran redactor de cartas de quejas. Pero su fama empezó luego de que se hiciera viral la carta que realizó a la empresa de productos alimenticios «Molinos», específicamente a su producto «Fritolim». El actor también se quejó con empresas como Pepsi, La Serenísima, etc.
Ocampo mencionó a un sitio de noticias web que se había quejado con la compañía Molinos debido a que: «La empresa me mandó una mísera bolsa de productos con dos “fritolim” y unos fideos». Ignacio también comenta que sus quejas son verdaderas, simplemente “tiene la mala suerte de recibir productos fallidos cada mes”.
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¡Cuidado con las abejas!
De entre todas las cartas de queja, ésta es la más alocada. La empresa de servicio postal, Royal Mail Group Ltd, escribe una carta a un señor llamado “Whitman” quien ha hecho numerosas bromas al personal de la compañía. Y han sido tantas, que la empresa de correspondencia amenaza hasta con dejar de prestar sus servicios.
¿Y cuáles son las bromas? En la carta podemos leer que el señor Whitman suele esconderse en los arbustos y gritar al personal “¡Cuidado con las abejas gigantes!” El alocado bromista también ha abierto la puerta desnudo, preguntando si el paquete es de “primera clase” y diciendo que serán atacados por “Umpa Lumpas drogadictos”.
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Un asqueroso atasco en las duchas
El director de la Universidad de Durham escribió una carta donde se queja de que han encontrado varias duchas tapadas en la universidad, y casi todas se atascaron por cabello humano. Nada extraño hasta ahora… ¿verdad?
La cosa se torna un tanto extraña en el segundo párrafo, donde el director dice que recientemente, los atascos han sido causados por grandes cantidades de lo que ellos creen que es semen. El director de la universidad luego pide a los estudiantes que por favor realicen éstas prácticas en la comodidad de sus habitaciones y no en las duchas.
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