Dicen que no hay costumbre más española que la siesta. Y es que ese plácido sopor que nos invade después de haber disfrutado de una sabrosa comida invita a ello, especialmente en los meses de verano. Por eso es una práctica más mediterránea, por el clima. Los beneficios de la siesta son muchos, eso sí, si se sabe dormir que como en todo tiene su truco. También es verdad, que a pesar de ser uno de los lujos más democráticos que las personas nos podemos dar, tiene su cierto lado de mala fama. [nextpage]
Hay muchas maneras de dormir la siesta
Dormir la siesta es para algunas personas religión, mientras que otras no la duermen nunca y hay quienes lo hacen de manera esporádica, especialmente si han pasado una mala noche. Hay quien la duerme en la cama, los más puntillosos llegan incluso a ponerse el pijama. Otros prefieren el sofá, incluso hay quienes la duermen sentados dando cabezadas. Algunas personas necesitan el runrún de la televisión de fondo, mientras otras prefieren dormir en silencio. Y, en los meses de verano, los más afortunados pueden incluso tener la suerte de dormirla en una tumbona o hamaca en el jardín o la terraza.
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La siesta supone un chute de energía
Sea como sea, dormir la siesta normalmente implica un chute de energía, que nos da las fuerzas y el ánimo para afrontar lo que queda de día. Eso sí, el truco está en el tiempo que le dediquemos, porque si nos pasamos y logramos entrar en sueño profundo nos despertaremos abotargados, probablemente de mal humor y será muy difícil ya poder remontar el día. Además, seguramente nos pasará factura en el sueño nocturno y esa noche nos costará conciliar el sueño.
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Los científicos dicen que no debemos dormir más de 30 minutos
Los científicos, que suelen ser personas curiosas por naturaleza, se han sentido también atraídos por la costumbre de la siesta y han descubierto muchas cosas útiles sobre ella. Definamos entonces seriamente la siesta como la acción de dormir que algunas personas realizan después de comer. Como expertos, los científicos han establecido que lo ideal es que la duración de la siesta se sitúe entre los 20 y 30 minutos, sin que llegue a pasar nunca de la hora. Este periodo de tiempo es suficiente para conseguir que descanse el organismo.
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Antes dormir la siesta era una costumbre más extendida
Antiguamente, dormir la siesta era una costumbre muy extendida. Hoy en día, se calcula que seis de cada diez españoles no la duermen nunca. ¿Te has fijado que el ser humano es casi el único animal que duerme solo una vez al día? Si convives con gatos o con perros te habrás fijado que a lo largo del día, se pegan unas buenas siestas, especialmente los gatos. Al parecer, nuestros ancestros tenían costumbres de sueño polifásicas, más similares a las de los animales, algo que hemos ido perdiendo por nuestro estilo de vida.
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Los beneficios que tiene para nuestra salud
Según un artículo publicado por la Fundación Española del Corazón, dormir la siesta tiene múltiples beneficios para la salud, tanto física como mental. Algunas tienen que ver con el hecho de que nos ayuda a reducir los niveles de estrés hasta en un 37%. En este sentido es muy útil a la hora de prevenir cardiopatías. Al dormir segregamos la hormona del crecimiento, que es un antídoto del cortisol y estimula el sistema inmunológico.Además, dormir la siesta, después de haber pasado un periodo de estrés ayuda a reducir la presión arterial y el ritmo cardiaco.
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Dormir la siesta también aporta beneficios a nivel mental
Otros beneficios de dormir la siesta tienen que ver con un aumento de la capacidad de concentración. Y es que el sueño, aunque sea durante un periodo de tiempo corto, nos ayuda con el almacenamiento de la memoria a corto plazo, dejando espacio para datos nuevos. Si, en cierto sentido, nuestro cerebro funciona como un ordenador. También ayuda a que resolvamos problemas de un modo más fácil y favorece el aprendizaje. Y es que siguiendo el símil anterior, dormir la siesta viene a ser algo así como resetear el cerebro.
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Nos ponemos de mejor humor y somos más creativos
Por último, podemos mencionar otro grupo de beneficios que puede aportarnos el hecho de dormir la siesta. Si dormimos el tiempo establecido nuestro estado de ánimo mejorará, esto se debe a que liberamos serotonina un neurotransmisor relacionado tanto con el sueño como con el estado de ánimo. De este modo también seremos más positivos y esto se relaciona también con una estimulación de la creatividad.
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Cuál es la mejor manera de dormir la siesta
Con todos los beneficios que nos aporta, parece importante dedicar un poco de tiempo, y espacio en este artículo a determinar cuál es la mejor manera de dormir la siesta. En primer lugar debe hacerse en un lugar con ambiente tranquilo y temperatura agradable. Es decir, mejor poca luz y poco ruido. El momento perfecto suele ser después de comer, en un horario comprendido entre las 13 y las 17 horas. Se ha comprobado que en este periodo de tiempo se produce una caída de los ritmos circadianos. Y como media, ya hemos comentado que el tiempo de sueño deben ser unos 30 minutos.
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Y por fin, ¿dormir la siesta engorda?
Pero, has comenzado a leer este artículo porque te interesa saber si es cierto que dormir la siesta engorda. La verdad es que con todos los beneficios que hemos comentado, parece claro que dormir la siesta es muy positivo. Existe un mito bastante extendido que dice que dormir la siesta engorda, algo que desde el Instituto del Sueño desmienten «durante el sueño, liberamos un tipo de hormona llamada leptina, cuya función es transmitir sensación de saciedad. La siesta es demasiado corta para interferir en procesos metabólicos, por lo que, a pesar de las leyendas, ni engorda ni adelgaza».
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Dormir la siesta no engorda
Queda claro que dormir la siesta es una costumbre que, siempre que se haga durante periodos de tiempo cortos de 20 o 30 minutos, puede tener efectos muy positivos en la salud tanto física como mental de las personas. Y no, no engorda, así que prepárate para echar una buena cabezadita. [/nextpage]
