La evolución del mercado de abastos tradicional llega con los mercados gastronómicos

Actualmente, los mercados de abastos tradicionales se están reinventando para poder competir con las grandes superficies de supermercados.

Ante esto, los mercados gastronómicos figuran como el complemento perfecto para evolucionar y mejorar la experiencia de compra de los consumidores de este sector.

Los mercados gastronómicos son una tendencia que ha evolucionado gracias a nuevas técnicas de cocina, así como a la implementación de procesos innovadores que, además, suman el uso de ingredientes prácticos y sencillos. Este tipo de mercados se caracteriza por una oferta gastronómica variada, gracias a la disposición de múltiples puestos de diferentes marcas o propietarios y con diferente oferta de comidas, que comparten infraestructura y espacios comunes de mesas.

Uno de los mercados gastronómicos más populares es el de San Ramón, ubicado en Miraflores, Lima, un proyecto diseñado por la empresa Arquitectura Verde, que ha servido de ejemplo para todos aquellos que desean evolucionar en la industria gastronómica.

Arquitectura Verde y su proyecto de mercado gastronómico

Perú es un país de Latinoamérica con exquisita gastronomía, reconocida a nivel mundial por su variedad y calidad. Unos aspectos que han sido perfectamente captados a la hora de diseñar la propuesta del nuevo mercado gastronómico San Ramón.

Este mercado acoge un total de 25 puestos de comidas con diferentes sazones de Perú: criolla, marina, de la selva, chifa, peruana-japonesa, internacional. Tanto para los turistas como para el público local, esta opción es menos formal, más rápida y con precios asequibles que se adaptan perfectamente a cualquier tipo de consumidor.

Este proyecto de mercado gastronómico ha destacado como el ejemplo ideal de la evolución de los mercados de abasto tradicionales.

Características arquitectónicas del mercado gastronómico de San Ramón

La belleza arquitectónica del mercado de San Ramón es uno de sus mejores atractivos. En este, se puede observar un espacio interior curvo con grandes murales, una fachada permeable entretejida, espacios fluidos, grandes escaleras de espera y terrazas que se relacionan con la calle y permiten al visitante disfrutar del buen clima limeño.

La ubicación ha sido uno de los aspectos clave del éxito del mercado de San Ramón. Miraflores es el corazón del turismo limeño y el Pasaje San Ramón una de sus calles más transitadas. Gracias a la disposición de las terrazas y al retiro de la fachada del mercado, la reciente remodelación del pasaje se ensancha espacialmente y el acceso a la calle se amplía.

El proyecto reinterpreta elementos constructivos tradicionales de la arquitectura republicana mediante un lenguaje contemporáneo, creando un espacio con identidad propia sin perder el orden y la funcionalidad.

La evolución de los mercados de abastos hacia mercados gastronómicos puede llegar a ser una alternativa viable que permita mejorar la experiencia de sus consumidores.

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