Cansancio, aburrimiento, hambre, estrés: el bostezo se produce en una gran variedad de situaciones. Para qué sirve esto sigue siendo un misterio para la ciencia.
¿Tuviste que bostezar? Es muy posible que las primeras líneas de este texto despierten el deseo de abrir bien la boca e inhalar y exhalar profundamente. Verás, el bostezo es tan contagioso que puede desencadenarse no solo al verlo o escuchar el sonido, sino incluso al leer la palabra o simplemente pensar en ello.
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El bostezo se transmite de humanos a animales
En un estudio de la Universidad de Pisa también se demostró que la cercanía emocional al bostezo juega un papel decisivo en el efecto de contagio. Por tanto, es mucho más fácil ser contagiado por familiares, amigos y conocidos que por extraños.
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Por cierto: las ganas de bostezar se transmiten incluso de humanos a animales
Los estudios muestran que los perros que están cerca de personas que bostezan también comienzan a hacerlo.
Los estudios de seguimiento muestran que este efecto es aún más pronunciado cuando los animales conocen a las personas. Los investigadores ven esto como evidencia de que los perros también tienen empatía.
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El estrés, el aburrimiento o el hambre también pueden ser desencadenantes
Cuando alguien bosteza, a otros les gusta bostezar, de eso no hay duda. Además de numerosos estudios científicos, nuestra experiencia cotidiana demuestra este fenómeno. La pregunta de por qué, en cambio, es más difícil de responder: el bostezo puede usarse para transmitir estados de ánimo y sincronizar grupos.
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Según el lema
Si todos están más o menos cansados o despiertos al mismo tiempo, esto sirve a la cohesión social. Sin embargo, esta explicación de la etnología ignora el hecho de que no solo bostezamos cuando estamos cansados.
El estrés, el aburrimiento o el hambre también son desencadenantes conocidos. Se conocen casos de paracaidistas que tienen que bostezar antes de saltar. Incluso antes de los exámenes importantes, algunas personas abren la boca; el cansancio tampoco puede explicarlo.
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Necesidad de bostezar
Cuando alguien bosteza a nuestro alrededor, pronto sentimos la necesidad de abrir mucho la boca. Los investigadores han descubierto que la facilidad con la que nos infectamos con los bostezos depende de nuestros sentimientos.
Primero, los ojos se aprietan muy fuertes, luego la boca se abre de par en par, y luego hay un bostezo abundante. Una persona lo hace, la otra lo hace, ¿verdad? Investigadores de la Universidad de Pisa han investigado si bostezar es realmente contagioso.
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Bostezo de emoción
Publicaron los resultados de su estudio en 2011. El bostezo es contagioso, pero cómo: con mayor frecuencia, los participantes del estudio dentro de sus familias se infectaron al bostezar, seguidos por amigos y luego conocidos. Solo al final respondieron a los bostezos de los extraños imitándolos.
La nacionalidad, el género y la situación respectiva siempre jugaron un papel significativamente menor que la cercanía emocional al bostezo. Según los investigadores, desencadena la imitación inconsciente.
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Imitar con empatía
El efecto imitador solo funciona si la empatía, la capacidad de reconocer las emociones de otras personas y reaccionar ante ellas, se manifiesta en una persona. En el cerebro, entre otras cosas, las llamadas neuronas espejo son responsables de esto.
Los niños pequeños solo pueden ponerse en el lugar de otras personas de forma limitada. Incluso las personas con trastornos como el autismo no reaccionan o solo reaccionan de forma limitada a su contraparte. Así que contagiarse bostezando es una señal de empatía. Sin ellos, las sociedades complejas no podrían funcionar.
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Bostezamos 250.000 veces en la vida
De lo contrario, hay poca investigación científica sobre el bostezo. Todos bostezamos de cinco a diez veces al día, es decir, de 240 000 a 250 000 veces a lo largo de nuestra vida. Los seres humanos y los animales bostezan espontáneamente con mayor frecuencia por la mañana después de despertarse y por la noche antes de acostarse. Los fetos humanos ya bostezan en el útero desde la undécima semana de embarazo.
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¿Bostezar beneficia al individuo o al grupo?
Por qué bostezamos todavía no está del todo claro. Hay dos grupos de hipótesis sobre la causa: un grupo asume que bostezar regula una función corporal individual o una condición corporal. El otro conjunto de hipótesis sugiere que bostezar tiene una función en el grupo social. Sin embargo, en teoría, ambas funciones también pueden ocurrir juntas.
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Igualación de presión y enfriamiento para el cerebro
Los científicos rechazan hoy la hipótesis de que bostezar proporciona al cerebro una dosis extra de oxígeno, así como la suposición de que bostezar sirve para igualar la presión en el oído interno.
Muchos expertos en bostezos también se muestran escépticos sobre la hipótesis de los científicos estadounidenses de que bostezar enfría el cerebro sobrecalentado. Sin embargo, hay mucho que sugiere que bostezar tiene una función social, como también muestra el estudio de Pisa.
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