Ya sea seca o viscosa: toser siempre es incómodo y molesto. Descubre qué sucede en el cuerpo al toser, cuáles son sus beneficios y qué ayuda a aliviar la tos.
La tos es un mecanismo de protección importante en nuestro cuerpo para eliminar la mucosidad, el polvo u otros objetos extraños de las vías respiratorias. Pero la tos también es un síntoma de numerosas enfermedades.
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Las infecciones respiratorias más comunes desencadenan los síntomas
Pero también pueden ser un signo de una infección por corona u otra enfermedad pulmonar grave. Para tratar de aliviar la tos adecuadamente, es importante conocer las causas. Por cierto, los expertos diferencian entre tos aguda y crónica y entre tos seca y tos con formación de flemas (tos productiva).
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¿Cómo se desarrolla la tos?
La tos puede controlarse conscientemente, pero también puede desencadenarse involuntariamente por un reflejo de tos. Los llamados receptores, que se encuentran en la membrana mucosa del tracto respiratorio, entre otras cosas, transmiten el estímulo de tos responsable. Por ejemplo, si entras en contacto con polvo o moco espeso, el centro de la tos en el cerebro se activa y desencadena el reflejo de la tos:
- Tomamos una respiración profunda.
- La laringe se cierra.
- Los músculos respiratorios se contraen.
- La laringe se abre y el aire se escapa.
Durante la tos real, el aire que respiras es forzado explosivamente a través de la glotis estrecha. El flujo de aire puede alcanzar una velocidad de varios cientos de kilómetros por hora.
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La tos es una reacción de defensa del organismo
Por tanto, la tos es una importante reacción de defensa del organismo y tiene una función depurativa. El objetivo del reflejo protector natural es liberar nuestras vías respiratorias de cuerpos extraños y mocos. Primero se lanzan desde las vías respiratorias inferiores a la garganta y luego literalmente fuera del cuerpo.
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Trabajo duro para el cuerpo
Se utilizan diferentes grupos de músculos para garantizar que el mecanismo de protección funcione correctamente. El músculo más importante al toser es el diafragma. Pero los músculos abdominales y de la espalda también se utilizan correctamente. Por lo tanto, no es de extrañar que la tos prolongada nos resulte agotadora y, a veces, incluso atormentadora, especialmente si nos mantiene despiertos por la noche.
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Hemorragias nasales o venas rotas en los ojos
La tos fuerte puede causar dolores musculares o de cabeza y, a veces, también provoca hemorragias nasales o venas rotas en los ojos. En el caso de ataques de tos violentos, personas sensibles y especialmente niños, pueden producirse náuseas o vómitos.
También se han producido fracturas abdominales y costales en relación con tos violenta. Si los ataques de tos son muy fuertes y duran mucho tiempo, incluso es posible que la tos provoque una pérdida temporal del conocimiento. Los médicos luego hablan de «síncope de tos».
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La tos puede tener muchos desencadenantes
La tos no es una enfermedad, es un síntoma. Se produce por exhalaciones repentinas y es una respuesta a la irritación de las vías respiratorias. Hay muchos desencadenantes de la tos. Esto incluye patógenos, cuerpos extraños o contaminantes que respiramos, y en invierno también aire frío o brumoso.
Pero el estrés psicológico o el ácido del estómago que ingresa al esófago (acidez) también pueden desencadenar tos. Para identificar las causas y tratarlas adecuadamente, los siguientes factores son importantes:
- Duración: tos aguda (menos de 3 a 4 semanas) o tos crónica (más de 3 a 4 semanas).
- Ocurrencia: relacionada con el trabajo (polvo, contaminantes), después de un esfuerzo físico, contacto con alérgenos (como polen o pelo de animales), infección del tracto respiratorio, razones psicológicas (como estrés), tomar ciertos medicamentos (como inhibidores de la ECA para la presión arterial alta). )
- Quejas acompañantes: fiebre, dificultad para respirar.
- Esputo: color, cantidad, consistencia, olor.
- Factores de riesgo: como enfermedades cardíacas o pulmonares, tabaquismo, trastornos de la deglución.
- Ruido de tos: silencioso, ronco, silbidos, ladridos.
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¿Tos seca o mucosidad?
La tos sin formación de flemas o expectoración se denomina «tos improductiva» en la jerga técnica. La tos seca es, como su nombre indica, a menudo una reacción a estímulos externos como el humo, las partículas de polvo o el ácido del estómago.
Incluso un resfriado «banal» a menudo comienza con una tos seca, luego se convierte en una tos que produce moco y termina con una tos seca molesta, aunque el resfriado hace tiempo que ha remitido. A veces, sin embargo, también hay una enfermedad grave del tracto respiratorio detrás (por ejemplo, asma o tuberculosis).
Además, puede producirse una tos seca crónica como efecto secundario de las preparaciones cardiovasculares (inhibidores de la ECA).
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La tos con flema o esputo se denomina «tos productiva»
Por lo general, se desencadena por virus o bacterias. A menudo, también hay otros síntomas como secreción nasal, ronquera o fiebre. Los patógenos atacan las vías respiratorias, que se inflaman y producen más moco. La tos tiene aquí una función limpiadora importante, ya que otros patógenos pueden asentarse en el moco. Por lo tanto, al toser de manera productiva, suele ser importante apoyar la expectoración.
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¿Cuándo ver a un médico?
Una tos fuerte ataca la membrana mucosa de las vías respiratorias y los bronquios a largo plazo. Esto facilita aún más la propagación de patógenos. Por esta razón, siempre debes buscar atención médica para una tos persistente que dure más de diez días.
Si tienes dificultad para respirar, haces ruidos extraños o tienes fiebre, también debes consultar a un médico. Esto también se aplica a esputo anormal o con sangre, dolor en el área de la frente o sensación de presión en el pecho.
Más de tres meses pueden indicar tos de fumador, EPOC, bronquitis crónica, asma u otras enfermedades pulmonares. Además, consulta a un médico si estás embarazada. Un examen médico también es importante para bebés y niños menores de dos años.
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¿Cuándo tomar la medicación?
Es particularmente importante identificar el factor desencadenante cuando se tose durante un tiempo prolongado (por ejemplo, una enfermedad, ciertos contaminantes o un medicamento). Si el desencadenante se trata o se elimina, la tos también suele desaparecer.
Excepción: En el caso de infecciones agudas del tracto respiratorio con tos insoportable, los llamados analgésicos o antitusígenos pueden ser útiles durante un breve período de tiempo según sea necesario.
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Quita la tos (expectorantes)
Ayudan a licuar la mucosidad de los bronquios para que sea más fácil toser. La acetilcisteína y el ambroxol, entre otros, están disponibles para uso oral como ingredientes químicos activos. Los extractos de hiedra, prímula o tomillo, que a menudo se combinan entre sí, también son expectorantes.
Los aceites esenciales para ingestión en forma de cápsulas elaborados a partir de eucalipto y mirto pasan del intestino delgado a través de la sangre a los bronquios más pequeños, donde tienen un efecto expectorante y antiespasmódico.
Ungüentos con aceites esenciales como alcanfor, eucalipto, aguja de pino, tomillo y aceite de menta para frotar o inhalar apoyan este efecto, por lo que existen diferentes composiciones de pomadas para bebés, niños pequeños y adultos.
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Supresores de la tos (antitusivos)
Los ingredientes químicos activos amortiguan la necesidad de toser en el cerebro, mientras que los ingredientes activos a base de hierbas forman una película protectora calmante sobre la membrana mucosa desirritada.
No deben usarse durante más de una semana sin receta médica. Si se acumula flema en los bronquios, los analgésicos para la tos deben tomarse por la mañana hasta la tarde y luego los supresores de la tos por la noche.
Los ingredientes químicos activos incluyen codeína, dihidrocodeína (ambos requieren receta médica), pentoxiverina y dextrometorfano. Las alternativas a base de plantas son los extractos de ribwort y malvavisco, así como las pastillas con sal de Emser o musgo islandés.
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Preparados a base de hierbas
Los preparados a base de hierbas para la tos suelen contener una combinación de diferentes plantas medicinales, por lo que, dependiendo de la combinación, ayudan contra la tos seca y productiva en todas las fases de la enfermedad. Están disponibles en forma de jugo, gotas, cápsulas, tabletas efervescentes, como sobres empaquetados o pastillas, para que haya algo para todos.
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