La secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, ha destacado este viernes el «acuerdo histórico» alcanzado sobre la reforma laboral, porque sienta los principios para «la única reforma laboral de nuestra democracia que se hace para recuperar derechos de la clase trabajadora y poder de negociación para los sindicatos».
En un comunicado, ha señalado que la reforma de 2012 se hizo en un momento muy específico, en medio de una gran crisis en la que la UE decidió «que la salida era los recortes en los servicios públicos y la reducción de los costes de producción en el sector privado, y los resultados fueron catastróficos». «Los hemos venido sufriendo desde entonces: Una sanidad cogida con pinzas, precariedad laboral, aumento de la siniestralidad y desigualdad», ha apuntado.
Para Castilla, hoy vivimos otro escenario, en medio de una crisis pero con otras perspectivas y soluciones, y «no podíamos permitir seguir jugando con las mismas cartas, marcadas para los empresarios».
«Esta reforma laboral supone que los sindicatos vamos a ganar fuerza de negociación, y la vamos a saber utilizar en favor de las trabajadoras y trabajadores. La ultraactividad, sin limitaciones, es fundamental para poder negociar mejoras de derechos sin tener la espada de Damocles de que si no llegas a un acuerdo pierdes todos los avances que habían conseguido en el convenio anterior», ha añadido.
Ha expuesto que la decisión de que el convenio sectorial prime sobre el convenio de empresa es algo que UGT lleva reclamando años, «pero que no entendíamos como la patronal lo apoyaba, porque lo único que provoca es competencia desleal entre las propias empresas; para el trabajador precariedad e inestabilidad, y para las administraciones pérdida de calidad de los servicios que presta al ciudadano».
Otro de los objetivos fundamentales, según ha apuntado, es reducir la temporalidad, lo que impide al trabajador tener la estabilidad suficiente para montar un hogar y un proyecto de futuro.
Para Castilla, la reforma del 2012 impulsó los «falsos contratos temporales y de obras y servicios, que ahora van a estar controlados, sólo los estrictamente necesarios, y limitados a un máximo de 18 meses».
Ha dicho que también hemos llegado a acuerdos para poner un marcha un nuevo tipo de ERTE, que agiliza los trámites e impide los abusos de las empresas para que no los utilicen como una reconversión laboral encubierta.
En cualquier caso, ha indicado que el acuerdo genera una reforma laboral, «que consideramos parcial, ya que quedan otros temas pendientes como recuperar los 45 días por año trabajado en caso de despido».
A su juicio, ahora toca alcanzar otro acuerdo respecto al AENC, «el acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, que esperamos sea lo antes posible para poder desbloquear cientos de convenios colectivos en Andalucía, que llevan años bloqueados, por poner ejemplos, como el de la limpieza en Córdoba y Granada, o el del manipulado hortofrutícola en la costa de Motril».