Este arbusto aromático proveniente del Mediterráneo y del Cáucaso cautiva a muchos desde épocas antiguas como el condimento ideal para las preparaciones gastronomías y por sus cualidades medicinales y todo por sus variadas propiedades, y es nada menos que el romero. En el siguiente artículo te hablaremos de él, donde se puede usar además de sus beneficios pero también de sus contraindicaciones.
Te invitamos a que sigas leyendo y te sorprendas de como el romero es tan beneficioso, para el consumo en distintas afecciones, que sin lugar a dudas no esperarías, y con tan agradable olor.
¿Qué es el romero?
El romero es una planta de la familia de las labiadas (Labiatae), un arbusto que llega a medir un metro y medio de altura, con hojas finas y flores azuladas, blanquecinas o rosáceas. Su sabor es muy fuerte además de que su olor es como de alcanfor, pino, nuez moscada y lavanda, todo junto; además que se puede usar en la cocina combinada con el tomillo o el laurel.
El romero logra potenciar el sabor en las preparaciones y por ello se usa mucho en los guisos tradicionales de carnes, pescado sin mucha grasa como el bonito del norte en conserva, además de algunas verduras, y en la preparación de encurtidos variados. En sus hojas y flores, a veces, se concentran su potencia, e incluso es usada para prevenir y contrarrestar la brujería, el mal ojo o la envidia, y purificar el ambiente.
¿Dónde se encuentra el romero?
El romero o Rosmarinus officinalis se encuentra creciendo de manera muy espontánea en los matorrales del mediterráneo, unidas a otras plantas como el tomillo, el espliego o las jaras. Sus ramas son erectas y leñosas, con hojas lineales y dobladas hacia dentro, de color verde y grisáceo además de ser pilosas por detrás.
Las flores azules claro, muy pocas veces blancas, pero partidas en dos labios, los cuales durante cada año florecen sin cesar, además que cuentan con una fragancia que con tan solo rozarla se transmite.
La puedes localizar en los matorrales, collados secos y claros de los bosques muy abiertos por el Mediterráneo occidental: al sur, centro y este de la península, islas Baleares, Córcega y Cerdeña, en el litoral de Italia y norte de Marruecos.
¿Cuál es la composición del romero?
El romero está compuesto químicamente por lo siguiente que detallaremos a continuación:
- Aceite esencial: diferentes moléculas volátiles como: cineol (32%), borneol (18%), alcanfor (12%), pineno, canfeno, acetato de bornilo y dipenteno.
- Ácidos fenólicos como el ácido caféico, clorogénico y rosmarínico, que actúan como antioxidantes.
- Flavonoides del luteolol y apigenol, antiinflamatorio y antioxidante.
- Principios amargos: rosmanol y picrosalvina.
- Ácido ursólico y derivados triterpérnicos.
- Rosmaricina un alcaloide.
- Taninos.
¿Cuáles son las propiedades farmacológicas del romero?
El romero activa el sistema digestivo estimulándolo y favoreciendo las secreciones, así como la producción de los jugos gastrointestinales; entre otras que mencionaremos a continuación:
- Efecto carminativo: disminuye los gases que se generan en el aparato digestivo y por lo tanto reduciendo las flatulencias y cólicos.
- Expulsa fácilmente la bilis aguantada en la vesícula biliar.
- Efecto diurético, antiinflamatorio, antiulcerogénico y antioxidante.
- Es un anti bactericida, antiséptico, fungicida y balsámico.
- Es un cicatrizante además de que incrementa el flujo de sangre en la afectación y aliviando dolores.
- Se puede usar en las siguientes afecciones: dispepsias, aerofagia, sensación de plenitud gástrica, flatulencias, espasmos abdominales, anorexia, artritis, artralgias, dispepsia biliar, litiasis biliar o colelitiasis, dismenorrea, cefaleas como las que se derivan del resfriado, faringitis, estomatitis, dermatitis o lesiones cutáneas.
¿Cómo usar el romero?
El romero puede usarse de manera interna o externa, ya que del se aprovecha las floridas y las hojas, para elaborar distintos remedios que alivien varias dolencias problemas. Existen en el mercado varias presentaciones formuladas para los tratamientos en específico, pero cabe destacar como usarlo en cada caso a continuación:
- Uso interno:
- Facilitar la digestión, flatulencias y mejorar de la función biliar para ello preparar infusiones con 2 a 4 g de hojas secas mezclada con 150 ml de agua. Hervir máximo 15 minutos, luego filtrar, beber 3 tazas al día, luego de las comidas.
- Cápsulas son de distintas indicaciones y provienen de al pulverización de las hojas.
- Extracto unas 30 gotas, tres veces diarias.
- Esencia unas 3 a 4 gotas, diluido en líquido unas tres veces.
- Uso externo:
- Para cicatrizar heridas, antisépticos y analgésicos.
- Aceite esencial aplicado con un suave masaje en la zona afectada, de manera directa o con aceite de oliva.
- Baños de romero ideal antisépticos y antiinflamatorios; se hierve 50 g de hoja de romero en un litro de agua, reposar 30 minutos, colar y añadir al agua del baño.
- Alcohol 5 g de esencia de romero mezclado con 95 g de etanol 96º.
- Para heridas, reumatismo o friccionar el cuero cabelludo, se cuece 30 a 40 g de hojas secas por cada litro de agua, reposar 10 minutos y colar. Aplicara en la zona dolorida con paños húmedos o en el cuello cabelludo de manera directa.
¿Cuáles son los efectos secundarios del romero?
Existen personas que son sensibles al romero y pueden por lo tanto presentar reacciones alérgicas, entre ellas dermatitis y eritema, tampoco debe ser consumido por quienes tienen cálculos biliares sin previa consulta médica, ya que se incrementa el drenaje de la vesícula biliar y se pueden obstruir los conductos.
Tampoco hay probabilidad de una intoxicación por las infusiones de romero pero si hay una sobredosis del mismo, se pueden presentar síntomas como: espasmo abdominal, vómitos, gastroenteritis, hemorragia uterina e irritación renal. También el aceite esencial en dosis altas puede ser nocivo para el nervio central e incluso puede provocar convulsiones.
No es bueno que se use el romero por periodos de tiempos largos ni menos en dosis muy elevadas a las indicadas y si se aplica en niños se debe tener mucha preocupación. Tampoco es recomendable su uso durante el embarazo ni el periodo de amamantamiento, ya que en el primero de los casos puede producir un aborto espontáneo.
