Sopa castellana: el truco con los garbanzos para darle ese punto ‘premium’

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La gran mayoría de los platos más tradicionales de la gastronomía española representan los orígenes más humildes y provienen de los poblados con arraigadas costumbres de aprovechamiento. La sopa castellana es uno de ellos y siendo en sus inicios un plato sencillo con ajos como protagonistas, ha ido evolucionando y se han añadido garbanzos, calabaza y otros ingredientes; que si bien, añaden su toque, son inspirados en la original.

Una de las tantas presentaciones de la sopa castellana es la de garbanzos y para darle un punto premium se realiza un proceso muy sencillo y definitivo que cambia toda su terminación, haciéndolo un plato sumamente delicioso.

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Los garbanzos: el toque premium de esta versión de sopa castellana

Garbanzos
Foto: Pexels

Antes de comenzar con la preparación de la sopa castellana, es necesario que sepas que los garbanzos deben estar cocidos. En caso de no tenerlos listos, puedes recurrir a garbanzos enlatados y listo. O aún mejor, utilizar los que te hayan quedado de un buen cocido madrileño.

Vierte en una sartén un poco de aceite de oliva y añade un diente de ajo triturado. Cuando el ajo comience a dorarse retíralo de la sartén y coloca los 100 gramos de garbanzos a sofreír. Espolvorea un poco de perejil fresco picado cuando notes que los garbanzos comienzan a formar una delgada capa dorada. Apaga el fuego y reserva los garbanzos en un bol. Este será el truco que les dará un verdadero nivel gourmet.