Una rica y sabrosa forma de comer el pollo es mediante la fácil técnica de rebozado. Es una forma tan efectiva como conocida para darle todo el sabor a nuestro producto. Sin embargo, muchas veces fallamos en la, a priori, fácil elaboración.
Y es que, el pollo sin rebozar puede resultar poco apetitoso. Pero un filete empanado puede también resultar fastidioso si la parte externa, el rebozado, no está bien lograda. En el siguiente artículo te explicamos cuáles son los secretos de un buen rebozado para que esté como tiene que estar, bien crujiente.
5Bate bien el huevo
Con el fin de obtener un buen rebozado, el huevo debe de estar bien batido. De esta forma conseguiremos el color y la textura requerida. De lo contrario no conseguiremos un buen acabado.
Si el huevo no está bien batido es posible que haya partes de nuestro trozo de pollo que quede sin rebozado. Esto ocurre por la textura del producto batido.