Las cosas para el FC Barcelona no están saliendo del todo como se esperaban cuando Joan Laporta asumió la presidencia tras ganar las elecciones de forma aplastante por allá por el mes de marzo. Para todos era común pensar que la estabilidad llegaría; la economía comenzaría a mejorar con mejores políticas; el mandatario pondría orden en una plantilla malacostumbrada; daría salida a aquellos que ya no estaban en condiciones de seguir jugando para el club azulgrana; y lo mejor de todo, haría que Lionel Messi se quedara en la plantilla. Sin embargo, seis meses después solo un poco de los dos primeros puntos se cumplieron; el resto brilla por su ausencia y duele mucho más que todo lo malo se concentre, ahora sin el argentino en el equipo.
Pese a toda la ilusión que trajo con su llegada Laporta, poco a poco se ha ido desvaneciendo y al socio lo que le queda es una desazón más que palpable debido a que caen en cuenta que la situación económica del Barça es mucho más grave de lo que se temía en las peores pesadillas. Además de eso la decepción se extiende a la figura del mandatario blaugrana, pues parece que fallara en todas las propuestas que lo llevaron a la victoria. La situación es muy grave, pero el presidente culé tiene la esperanza de que poco a poco vaya mejorando y claro que comenzando con el tema económico. Laporta sabe todo, lo del exceso de la masa salarial y la deuda; pero es muy optimista con respecto a las ganancias que se pueden obtener esta campaña.
4Ilaix Moriba dejó una buena pasta
Puede que sea por cabezonería, porque el chaval estuviera mal aconsejado o que el Barcelona se haya equivocado en no pagarle lo que pedía (se dice que 6 millones de euros netos); pero la realidad es que Ilaix Moriba dejó de ser jugador blaugrana para pasar a formar parte del Leipzig. La venta del canterano supuso un gran impulso en las cuentas de ganancias, pues salió por 16 millones de euros, más otros 6 millones en variables. Una buena cantidad por un jugador de La Masía al que se trató de renovar bajo todos los medios, pues acababa contrato en el 2022, pero este no quiso. Aunque duele por ser canterano, Laporta sabe que no iban a insistir más ni aumentarían su oferta; así que su salida estaba más que cantada para dejar algo de dinero en la caja.
