Salmón al horno: el tiempo y temperatura ideal para que no te salga seco

El mar y sus frutos, han demostrado ser muy saludables para las personas y cada vez es más recomendada una dieta rica en pescados y mariscos. Entre los pescados más saludables y apreciados se encuentra el salmón; el cual es considerado un superalimento que muchos expertos catalogan como el más nutritivo del mundo.

En los años 70, un grupo de científicos notó la baja incidencia de enfermedades cardiacas en una población de esquimales en Groenlandia y esto llamó poderosamente su atención; ya que, estas personas eran muy saludables a pesar de tener una alimentación alta en grasas. Luego de diversos análisis e investigaciones, determinaron que su salud se debía precisamente a la dieta que estos consumían; la cual estaba constituida netamente por frutos del mar, como focas, ballenas, pescado y mariscos. Y en especial las grasas contenidas en ellos.

Fue en ese momento que se comenzaron a descubrir los beneficios del Omega 3, para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Este aceite controla la presión arterial, evita la formación de trombos y estudios posteriores demostraron que puede prevenir el cáncer de próstata, colon y de mama; así como estimular al sistema inmune.

El salmón es muy rico en Omega 3 y es considerado el alimento perfecto; mientras que al mismo tiempo, es versátil, de sabor único y con la capacidad de revestir de elegancia cualquier plato. Hasta unos sencillos canapés se convierten en un plato glamoroso gracias a la presencia del salmón en ellos. 

Como elegir un buen salmón 

Salmón

En la actualidad el salmón que se consigue en los mercados generalmente proviene de algún criadero industrial y sus cualidades no son las mismas de los salmones salvajes; que serían los ideales para cualquier preparación, ya que su sabor es algo más fuerte y el valor nutricional también varía levemente.

En caso de no poder conseguir salmón salvaje, al momento de comprarlo debes tener presentes estas recomendaciones para que puedas deleitarte al preparar un salmón al horno realmente delicioso.

Primero, trata de elegir el salmón más fresco que consigas. En la medida de lo posible no elijas un salmón congelado; excepto, claro, que no tengas opción.

Lo segundo que debes observar son las agallas; estas deben estar de color rojo intenso, nunca pálidas. En el caso de estar muy pálidas, esta es una clara señal  de no estar fresco; así que mejor no lo compres.

Por su parte, la carne del salmón debe estar de color naranja intenso o rosada y los ojos deben lucir brillantes sin ninguna mancha ni hundidos. Para finalizar, elige un pescado que pese entre 4 y 5 Kilos, para obtener una buena cantidad de proteínas.

¿Cuánto tiempo y a qué temperatura se debe cocinar el salmón para que no quede seco?

El salmón es un tipo de pescado azul, con gran aporte nutricional y una cantidad asombrosa de beneficios para el organismo, pero ¿cómo debemos cocinarlo?. Los cocineros consideran que la cocción de un salmón nunca debe llegar a 20 minutos. Esto para que no quede seco y para que no pierda sus propiedades nutricionales. Sin embargo, así como el tiempo de duración de la cocción es importante, también existen otros factores a tomar en cuenta al momento de prepararlo.

Uno de los factores más importantes en la elaboración de recetas con salmón es la temperatura. Esta no debe ser demasiado fuerte para evitar un golpe de calor, pero tampoco debe ser muy baja, ya que se puede sobre cocer el mismo y quedar muy seco, dañándolo de manera irremediable. En el caso de la cocción al horno, la temperatura debe encontrarse entre los 170 y 180° C.

Salmón al horno

Horneado

Para preparar un delicioso salmón al horno debes tener en cuenta la cantidad de comensales. En el caso de 4 personas necesitas 4 filetes de salmón fresco. (se eligen frescos, ya que los congelados se llenan de más agua y esto puede alterar la cocción del salmón al horno).

Sazona los filetes con sal y pimienta al gusto, agrega un chorro de aceite de oliva virgen extra y lleva al horno previamente caliente a 180° C, por un tiempo de 12 minutos. Es importante que la piel del salmón se coloque hacia abajo en la bandeja.

Para la preparación de la salsa, lleva una olla a fuego medio y agrega una cucharada de mantequilla, cuando esta se derrita añade una cucharada de aceite de oliva virgen extra para evitar que la mantequilla se queme. Agrega la ralladura de un limón y el zumo del mismo. Revuelve hasta que notes que el jugo comienza a hervir. Una vez llegado a este punto, retira del fuego y reserva.

Retira el salmón del horno una vez transcurridos los 12 minutos, sirve en un plato un filete y báñalo con la salsa reservada. Espolvorea un poco de condimento verde o perejil finamente picado y añade pimienta al gusto.

Para acompañar este delicioso plato, puedes elegir entre patatas al vapor, un rico arroz blanco que puedes hacer fácilmente en el microondas, un puré de patatas cremoso o si prefieres una guarnición con menos carbohidratos puedes optar por una rica ensalada entre las que puedes elegir entre una ensalada de zanahoria rallada con zumo de limón y jengibre o una ensalada algo más elaborada como pepino aderezado con una salsa de yogur.

Tips a la hora de hornear

Horno

Como has visto, preparar un plato saludable de salmón es sumamente sencillo. Sigue los siguientes tips y obtendrás el mejor resultado posible.

En caso de usar salmón congelado, la mejor manera de descongelarlo es de forma progresiva en un lapso de 24 horas, para que los cristales de hielo no dañen la estructura de su carne. Para ello, debes retirar del congelador a la nevera por unas 8 horas y luego es que puedes llevarlo a temperatura ambiente. Esto también evitará que absorba un exceso de agua.

Evita retirar la piel del salmón antes de cocinarlo. Al conservar la piel, esta contribuye a mantener los jugos naturales de la carne del salmón y evitará que se seque demasiado.
Y por último, pero no menos importante: el salmón no debe voltearse durante la cocción. Indistintamente de la técnica empleada, bien sea al horno o a la plancha; este se cocina con la piel hacia abajo y no se voltea, de esta forma se evita que se pase de cocción.