Adjei-Brenyah plasma los «males» de la sociedad en los relatos distópicos de ‘Friday Black’

El escritor estadounidense Nana Kwame Adjei-Brenyah plasma «la cultura de la desigualdad y los males» de la sociedad en la recopilación de relatos distópicos ‘Friday Black’, publicado por Libros del Asteroide en castellano y Editorial Empúries en catalán.

En rueda de prensa este lunes, Adjei-Brenyah (Estados Unidos, 1991) ha detallado que son relatos teñidos de «humor, pero también de seriedad, oscuridad y violencia útil, que está ahí por algún motivo» y que propone al lector un espacio donde puede dejar crecer su imaginación.

«El compromiso y la diversión forman parte del proceso», ha defendido el autor preguntado por su motivación detrás de esta obra, en la que vierte sus propias experiencias durante su infancia y su adolescencia en el barrio de Queens (Nueva York) y la de sus padres y sus orígenes en Ghana.

Por eso, para el proceso de investigación y creación de ‘Friday Black’ ha indagado en las historias tradicionales y orales típicas del país africano y en el imaginario colectivo ghanés, que de todos modos asegura ya «forma gran parte» de su vida y de su espiritualidad personal.

«He intentado descubrir quién era yo como adulto y como artista, y he adquirido un punto de conciencia más aguda sobre las desigualdades y las diferencias que han afectado a las personas conozco, a mi entorno», recuerda el autor.

«ABRIR CAMINO» PESE A LOS OBSTÁCULOS

Para él, estos ‘males de la sociedad’ a los que hace referencia «se retroalimentan y se hacen crecer el uno al otro, porque al hablar, uno no puede separar el racismo del capitalismo, y no se puede hablar del aborto sin hablar del patriarcado».

Por eso, los relatos abarcan desde el racismo hasta el abuso de sustancias para evadirse y modular el estado de ánimo, el consumismo y la banalización de la violencia, entre otros, y en cómo las personas «consiguen abrirse paso en un camino difícil a pesar de los obstáculos y la dureza».

Para ello, ha preferido trabajar con la primera persona como punto de partida e «intentar captar la esencia del espacio donde se desarrolla cada frase» y hacerlo a través de relatos cortos, un formato que dice que le permite explorar de manera íntima un entorno determinado.

DISTOPÍA Y REALIDAD

En ese sentido, ha remarcado que los elementos distópticos y satíricos le permiten, como escritor, escapar de la realidad, aunque ha añadido que también incorpora cierto realismo para ahondar en las conductas y el comportamiento humano.

Por eso, los relatos también exploran la capacidad de adaptación de las personas y su habilidad de cambiar y modificar las propias actuaciones en función de la mirada y el nivel de aceptación del otro: «El éxito es poder ser uno mismo», ha reivindicado.