La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha definido ante la comunidad iberoamericana la ley de cambio climático y transición energética que está pendiente de aprobación en el Senado como una norma de «aprendizaje colectivo» que establece un «suelo» ante el que «nunca se podrá dar marcha atrás».
Durante su participación en el ‘Diálogo Iberoamericano: ¿qué agenda medioambiental para el futuro?’, organizado con motivo de la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará esta semana en Andorra, Ribera ha explicado los distintos objetivos para 2030 y para 2050 de la norma que está pendiente de su aprobación definitiva .
A su juicio, una las novedades de la ley es que establece una base desde la que se parte y que será revisada periódicamente y al alza en su ambición. «Iremos aprendiendo y tendremos que fortalecer, pero nunca podremos dar marcha atrás», ha manifestado Ribera porque ha subrayado que el cambio climático obliga a estar preparados e incorporar políticas públicas de reflexión.
Además, ha dicho que se trata de una «ley de aprendizaje colectivo» en la que participarán expertos, empresas y todos los ámbitos de la sociedad, incluidos los elementos que conectan con la protección social vinculada al cambio climático en el marco de la estrategia de transición justa.
Ribera confía en que las ideas de la ley serán recogidas en otras normas de países del entorno. «(La Ley) ha generado mucho interés en la opinión pública que ha resultado desesperante porque a todo el mundo se le ocurrían nuevas cosas que incorporar a la ley. Este es el suelo para de una manera transversa acometer ese proceso de cambio con perspectiva de conexión social», ha concluido.
En el acto ha participado la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, así como los ministros de medio ambiente de Costa Rica, Andorra y de República Dominicana. Grynspan ha celebrado que en la cita de Andorra se ha logrado retomar las reuniones de ministros de medio ambiente en las cumbres iberoamericanas después de 11 años sin celebrarse.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Andorra, Silvia Calvó, ha explicado las medidas del Principado en materia de cambio climático que pasan por un refuerzo de la financiación verde para que la recuperación de la crisis sea verde e inclusiva.
Mientras, la ministra de Ambiente y Energía de Costa Rica, Andrea Meza, confía en que este año se produzcan espacios de discusión de alto nivel para acelerar la acción climática en los próximos diez años y confía en que esta semana, en la cumbre climática convocada por Estados Unidos, su presidente, Joe Biden, ponga sobre la mesa una contribución nacional «actualizada y alineada» porque el esfuerzo de los grandes emisores es «fundamental».
«Necesitamos generar confianza de que vamos no solo a hacer la tarea en casa sino a retomar el multilateralismo y a movilizar recursos», ha concluido.
Por último, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana, Orlando Mera, considera que este es un momento «clave» en el que no cabe sino mirar hacia adelante y en el que lo primero es combatir y salir «definitivamente» de la COVID-19 para una posterior recuperación en la que el medio ambiente es determinante.
No obstante, ha lamentado que en esta coyuntura, muchos países en desarrollo han sentido la «falta de solidaridad» y recuerda que para combatir el cambio climático es necesaria asimismo esta solidaridad internacional con transparencia.