El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha asegurado que la descarbonización de la economía «no es solo un proceso de electrificación» y ha defendido que el gas natural jugará «un papel fundamental» en el proceso de transición energética.
En su comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica del Senado, Llardén afirmó que el proceso de descarbonización solo se va poder hacer «si se tiene al gas natural como energía de puente».
Así, consideró que la descarbonización «es un gran reto» que se puede abordar, además de desde la electrificación, ya que ésta «no puede ser total» en todos los sectores, con la incorporación de los gases renovables -biogás e hidrógeno-.
En este sentido, recordó que en crisis como la provocada por el temporal Filomena el pasado mes de enero el gas natural fue quien «sostuvo el edificio energético en los momentos de punta». «No digo que se vaya a consumir más gas, pero va a seguir siendo fundamental», añadió, recordando que los ciclos combinados «son la clave de seguridad del sistema», a pesar de que consumen poco porque «trabajan pocas horas».
Además, indicó que hay subsectores industriales o el transporte donde «hoy por hoy es difícil» la electrificación al 100% y donde el gas natural, a través del GNL, o los gases renovables pueden tener su papel destacado.
A este respecto, señaló que el grupo ya trabaja en proyectos para inyectar biogases a la red gasista, como una planta en La Galera (Tarragona) o en Valdemingómez (Madrid).
En lo referente a estos proyectos de economía circular, Llardén manifestó que existe «un camino inmenso y muy importante» todavía de desarrollo, tal y como está sucediendo en países del entorno como Italia o Francia, donde se ha producido un «‘boom'» de instalaciones conectadas a la red.
APUESTA POR EL HIDRÓGENO VERDE.
En lo que respecta al hidrógeno verde, recordó que Enagás, que el pasado mes de febrero anunció que adelantaba su compromiso de ser una compañía neutra en carbono a 2040, ha presentado al Gobierno un total de 35 proyectos de esta tecnología con presencia en todo el territorio nacional, «siempre con socios» y sustentados en la captación de los fondos europeos.
De esta manera, Llardén señaló que los operadores del sistema energético (TSO, por sus siglas en inglés) deben «dar un plus y salir de su zona de confort» para ayudar en el proceso de descarbonización.
«Pensamos que podemos ayudar ahí por varios motivos. En primer lugar, ya que no existe hoy un mercado de hidrógeno, no hay fabricantes, no hay demandantes, no hay transportadores… Y pensamos que los TSO podemos ayudar a crear ese mercado y facilitarlo. Ya tenemos unas infraestructuras conectadas en Europa, por lo que si hay infraestructuras que ya existen, aprovechémosla», dijo.
Por otra parte, defendió la propuesta puesta sobre la mesa en el Parlamento Europeo de crear una tasa que grave algunas importaciones al bloque procedentes de terceros países que sean menos exigentes en la lucha contra el cambio climático, con el doble objetivo de evitar la fuga de empresas y de impulsar la ambición climática a escala global.
Así, el presidente de Enagás subrayó que, si no es así, «va a ser difícil hacer un Green Deal a la velocidad que se quiere por un tema económico y social».