Con la explosión de la fiebre Bio, esto se convirtió en una tendencia, de hecho España ocupa, un lugar en el Top de países con mayor consumo de estos alimentos, por lo que debe haber un cambio en los hábitos de consumo para hacernos más ecológicos.
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Eco, Bio y orgánicos
Eco, Bio y orgánico son tres etiquetados relacionados con temas europeos legales. El término «orgánico» procede de una mala traducción del inglés «organic», que significa «Ecológico«, sin embargo, en español, su acepción es distinta.
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Siendo más claros
Cualquiera de los tres etiquetados nos garantiza que el producto cumple una normativa europea según la cual no se permiten pesticidas, fertilizantes químicos, ni transgénicos. Señala además que las diferencias esenciales que existen entre los tres términos son:
- Bio: se refiere a los productos que no se han manipulado genéticamente (transgénicos).
- Orgánico: quiere decir que el producto está libre de productos de síntesis química y que en su proceso de producción se han utilizado sólo productos 100% naturales.
- Eco: es el etiquetado más completo de los tres y se refiere a tener un cuidado exhaustivo a lo largo de todas las etapas de la cadena alimentaria del producto y del medio ambiente.
Implica un entorno verde y una producción sostenible a la vez que significa que no se han utilizado productos de síntesis química ni organismos modificados genéticamente (OGM) y se han respetado siempre los ciclos naturales de las diferentes partes que constituyen el Ecosistema.
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Salud y Ambiente
Se explica que «estos términos solo hablan sobre cómo han sido tratados los alimentos pero no sobre su calidad nutricional».
«Por ello, no quiere decir que nutricionalmente sean más ricos o que contengan menos azúcares o grasas, fundamentalmente son alimentos en cuya producción se ha respetado al medio ambiente y a los animales».
Incluso algunos yogures ECO contienen más azúcares añadidos que los yogures normales. «Esto podría ser porque al contener más bacterias, los yogures serían más ácidos y necesitarían más azúcares para contrarrestar», señala la experta.
En cambio sostiene que «una menor ingesta de químicos podría beneficiar nuestra digestión» por eso, lo ideal es apostar por productos con este etiquetado pero leer siempre la lista de ingredientes para saber en qué casos compensa apostar por ellos y en cuáles no.
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Diferencias más específicas
Según el marco legal de la Unión Europea, no consta ninguna diferencia entre los términos BIO y ECO. Sin embargo, para los consumidores y desde un pensamiento más subjetivo, “Bio” se suele entender como un producto más natural y saludable y “Eco” con un carácter más “Medioambiental”.
Especificaciones legales
¿Un producto no transgénico es necesariamente Ecológico? No. ¿Uno Ecológico está libre de transgénicos? Por ahora sí, aunque hay debate entre los productores sobre si tiene sentido mantener esta normativa.
Con lo “orgánico” ocurre justo lo contrario. En este caso, se entiende que se trata de producciones libres de pesticidas y químicos, pero podría tratarse de semillas transgénicas. No pueden acceder a la certificación Ecológica, al no cumplir todos los requisitos.
Sellos de calidad
Los sellos de calidad protegen y promueven los orígenes, las tradiciones y las características únicas de muchos productos típicos de la UE.
Estos no solo se centran en alimentos, sino que también engloban cosméticos, higiene, limpieza de hogar…
Sellos variados
Es verdad que si algo suele abundar en este tipo de productos son los sellos.
De entrada, el de agricultura Ecológica, que en España concede cada comunidad autónoma. Otros países europeos, además, tienen sus propios sellos, con lo que -y aquí viene la confusión- es habitual encontrarse en un supermercado Ecológico productos alemanes con la certificación “Bio” o franceses certificados como “agricultura Biológica”.
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La fiebre Bio
Según explica María Kindelan, nutricionista y chef orgánica, esta corriente nace porque «la sociedad ha empezado a tomar conciencia de las repercusiones que tiene todo lo que comemos en su calidad de vida y rendimiento. Como consecuencia del abuso de azúcares, potenciadores de sabor químicos, refinados, conservantes y aditivos, acumulamos tóxicos en nuestro organismo que nos debilitan e incluso nos hacen enfermar».
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Beneficios nutricionales de estos alimentos
1. Más vitaminas y minerales
Más vitamina C. Un estudio financiado por la Unión Europea entre 2004 y 2009 midió hasta un 90% más de vitamina C en frutas y hortalizas.
Más nutrientes. En España, un equipo de la Universidad de Valencia, halló en las verduras Ecológicas una mayor concentración nutritiva: 25% más de potasio en lechugas, 14% más de calcio en tallos de hinojo, 16% más de hierro en judías, 20% de más de vitamina C en el zumo de naranja y 10% más en el pimiento verde.
Estas cifras se explican por las diferencias en los fertilizantes utilizados, la composición del suelo y la cosecha no prematura. No obstante, aún hay expertos que no lo reconocen amparándose en estudios contradictorios.
2. Gran poder antioxidante
Muchos vegetales aportan sustancias químicas que, sin ser nutrientes, poseen efectos antioxidantes saludables. La mayoría son flavonoides o ácidos orgánicos que las plantas crean para protegerse del sol o las plagas. En el cuerpo humano, estos compuestos actúan contra los radicales libres, que pueden dañar las células y favorecer el desarrollo de tumores.
3. Un sabor como antes
Una razón que lleva a consumir productos Ecológicos es recuperar el sabor de antaño. «Los tomates no saben como antes», se dice. Los Ecológicos, en cambio, conservan su aroma.
No es magia: el uso de fertilizantes químicos aumenta la proporción de agua de los alimentos; en los Ecológicos la proporción es menor y, por tanto, los agentes aromáticos están más concentrados. Los estudios de lo constatan: los cítricos Ecológicos poseen un 24% más de aceites esenciales, que además le sirven a la planta como defensa.
4. Una dieta más variada
En una parada de productos Ecológicos se encuentran a menudo hortalizas que no se ven en los supermercados: colirrábanos, patatas moradas, tupinambos, ensaladas silvestres… Estos alimentos enriquecen y alegran la dieta.
La variedad no es por capricho ni por llamar la atención, sino consecuencia de cómo se trabaja en una granja Ecológica.
5. Ingerir menos aditivos
Los alimentos Bio solo pueden contener unos cuantos de los más de mil aditivos que usa la industria alimentaria: aditivos a base de extractos naturales. En camBio, la industria alimentaria convencional dispone de un arsenal para mejorar el sabor, la apariencia y la textura de los productos, alargar su conservación y abaratar costos.
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