El precio de los carburantes ha proseguido esta semana con su escalada y ha encadenado su decimoquinta subida consecutiva, tras encarecerse hasta un 0,85%, consolidándose así en niveles pre-Covid-19, antes de que se declarara el estado de alarma en marzo de 2020 por la pandemia, y acumulando una subida del 15,6% desde noviembre.
En concreto, el precio medio del litro de gasolina ha subido un 0,85% respecto a la semana anterior, para situarse en los 1,293 euros, su nivel más alto desde principios de marzo de 2020, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Por su parte, el precio del gasóleo se ha encarecido un 0,68% esta semana, para elevarse hasta los 1,173 euros el litro, su nivel más elevado también desde la segunda semana de marzo del año pasado.
Desde la segunda semana de noviembre, el precio del gasóleo acumula una subida de en torno al 15,68%, mientras que en el caso de la gasolina es un 13,2% más caro.
Así, el precio de ambos carburantes se consolida en máximos desde la primera quincena de marzo, cuando empezó a descender de forma acelerada en pleno confinamiento por la crisis del Covid-19.
Este incremento en el precio de la gasolina y del gasóleo ha ido de la mano de una recuperación en los precios del petróleo en las últimas semanas.
El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves por encima de los 68,6 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a unos 65,21 dólares, con una subida de unos cinco dólares con respecto a hace una semana.
SUBIDAS DESDE LOS MÍNIMOS DE MAYO.
De esta manera, los carburantes consolidan las subidas que ya empezaron a registrar a lo largo del periodo estival, con incrementos desde el pasado mes de mayo, cuando descendieron a mínimos por el desplome registrado durante el confinamiento por el coronavirus.
No obstante, la gasolina sigue estando más barata en España respecto a la media de la Unión Europea (UE) y la zona euro, donde el litro cuesta 1,426 euros y 1,484 euros, respectivamente, al mismo tiempo que el litro de gasóleo cuesta de media 1,285 euros en la UE y 1,314 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.