Claves para una mudanza sin agobios según una discípula de Marie Kondo

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Este año hemos pasado más tiempo en casa que nunca antes. Y eso, irremediablemente, nos ha hecho ver nuestra casa y nuestra habitación con ojos muy distintos. ¿Por qué está todo tan desordenado?, ¿por qué tengo tantas cosas que no necesito?, ¿por qué no encuentro las cosas que realmente necesito utilizar?, ¿cómo afecta a mi estado de ánimo vivir en este desorden y con esta acumulación de cosas? A todas estas preguntas, y a alguna más, se intentó responder en una sesión de la iniciativa “Nuevos tiempos, nuevos iniciativas” que promueve Citroen.

“Este año nos hemos dado cuenta de la importancia que tienen el confort y el orden”, abría la sesión Concha Caja, responsable de comunicación de la empresa automovilística. “El confort y el orden nos permiten disfrutar de los espacios al máximo posible”, continuó. “Y, como este año muchos hemos pensado en cambiar de casa, hemos hecho esta sesión para saber cómo mudarse y cómo hacerlo bien”. Precisamente de eso estuvo hablando Vanesa Travieso, una organizadora profesional que se ha formado en Estados Unidos con la célebre Marie Kondo. 

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Orden es bienestar

mudanza

Para evitar caer en esa situación hay que evitar “hacer las cajas de la mudanza el fin de semana anterior”. La especialista destaca que la clave es “empezar a desapegarnos de cosas que no usamos o que no nos funcionan. La casa es nuestro entorno más importante, donde hacemos las cosas más importantes de la vida. Y es por eso que las cosas que tenemos en casa tienen que ser las que de verdad nos gusta tener. Tenemos que encontrar las cosas rápidamente y saber dónde está cada cosa. Orden es bienestar”. 

De hecho, tener la casa en buen estado de revista nos puede ayudar a mantener nuestro frágil equilibrio emocional. “Cuando uno está pasando un momento complicado, si no tiene su casa y su entorno bien ordenado, si hay ruido visual y tienes todo por ahí tirado, lo único que vas a hacer es entrar en un bucle. Entras en depresión porque estás mal por dentro y, por fuera, incluso peor. Si tú estás mal pero tu hogar te compensa con cosas que te gustan puedes alcanzar un equilibrio”.