Fundación Ingenio critica a Ribera por cargar contra la agricultura

Fundación Ingenio, que agrupa a más de 10.000 agricultores y 45 cooperativas del Campo de Cartagena, lamenta que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, «vuelva a culpabilizar solo al sector agrario del deterioro del Mar Menor», tras la intervención de la ministra en el Pleno de Control al Gobierno celebrado ayer en el Senado.

Para la directora de Fundación Ingenio, Natalia Corbalán, es necesario «menos sectarismo ideológico y más soluciones reales». Por ello, Corbalán crítica la hipocresía de la ministra haciendo esas declaraciones cuando tienen actuaciones y obras paradas hace años, «como las infraestructuras del Plan Vertido Cero de su propio ministerio, donde se abordan soluciones concretas en materia de infraestructuras y obras hidráulicas», señala Corbalán.

Para Fundación Ingenio es «incongruente» que la ministra paralice la única solución viable para el Mar Menor en el corto plazo. «Parece que la ministra solo escucha el argumento de los ecologistas y no atiende a las propuestas que cuentan con el apoyo de la comunidad científica», lamenta Corbalán.

ACABAR CON LA AGRICULTURA NO SALVARÁ EL MAR MENOR

Según Fundación Ingenio, la comunidad científica asegura que aunque se prohibiese la agricultura en Cartagena, «el Mar Menor seguiría recibiendo aguas con nutrientes del acuífero durante más de 20 años», comenta Natalia Corbalán.

A ese respecto, Corbalán recuerda las declaraciones recientes del catedrático en Ecología de la Universidad de Murcia y portavoz del Comité Asesor Científico del Mar Menor, Ángel Pérez Ruzafa, que calificaba de «suicidio» la paralización de las obras del Plan Vertido Cero. «Desde el ministerio solo se ataca a la agricultura sin importar lo que dice la ciencia», añade Natalia.

Asimismo, Corbalán recuerda a la ministra que el problema no es de las prácticas agrarias presentes y considera que es un error criminalizar la agricultura actual. «Destruir la agricultura no va a salvar el Mar Menor», expone Corbalán.

«Desde el sector agrario llevamos años de compromiso medioambiental para promover buenas prácticas, implementar tecnología innovadora y fomentar actuaciones sostenibles con el entorno», señala la directora de Fundación Ingenio.

«Según los técnicos y académicos, estas medidas solo tendrán efecto en el Mar Menor a medio y largo plazo y además es injusto poner el foco solo en la agricultura», detalla. Asimismo, lamenta que la ministra no proponga alternativas: «paraliza las medidas aprobadas por su ministerio sin proponer un plan B efectivo en el corto plazo», explica.

OTROS FACTORES DEL DETERIORO DEL MAR MENOR

En ese sentido, Fundación Ingenio asegura que el deterioro del Mar Menor es por un conjunto de factores que no solo tienen que ver con el Campo de Cartagena y los agricultores.

«Urbanismo descontrolado, restos tóxicos de las prácticas mineras, puertos deportivos, playas artificiales o falta de inversión en depuradoras son factores que también han influido y que parece que no existen para el ministerio», lamenta Natalia Corbalán.

A su vez, Fundación Ingenio considera que para solucionar el problema de raíz existen una serie de obras e infraestructuras que cuentan con el consenso de la comunidad científica, ingenieros y técnicos. «Es un suicidio no acometer inversiones en infraestructuras que el ministerio niega a Murcia y que tienen guardadas en un cajón», crítica Corbalán.

SOLUCIONES ALTERNATIVAS

Fundación Ingenio trabaja en una propuesta multi-actuación de un Anillo Protector Ambiental para el Mar Menor, que aúna a todos los agentes implicados y que cuenta con el aval de la comunidad técnica y científica. «Ya está bien de demonizar a la agricultura, vamos a trabajar todos juntos para salvar el Mar Menor y preservar el empleo en el Campo de Cartagena», señala Corbalán.

Por último, la directora de Fundación Ingenio aboga por una solución conjunta con aval científico «más allá de los intereses partidistas y cortoplacistas de los partidos políticos».

«Estamos cansados de que todos los políticos, de todos los gobiernos, jueguen con el Mar Menor. Hay alternativas y pasan por compatibilizar la protección de la laguna con la actividad del sector agrario; no somos el problema, queremos ser parte de la solución», finaliza Corbalán