Ayer la NASA anunció un descubrimiento de gran envergadura y trascendencia. Por primera vez, la agencia de investigación espacial confirmaba la existencia de agua en la Luna . El descubrimiento tiene numerosas implicaciones, pero una de las más inmediatas es la posibilidad de acceder a ese agua.
Hasta ahora, se pensaba que solamente había agua en el polo sur de la la Luna, congelada a la sombra de los cráteres. Una parte de la investigación ha establecido que estas zonas, llamadas “trampas frías”, podrían contener unos 15.000 kilómetros cuadrados de agua. ¿Que significa para la ciencia este descubrimiento, y qué aplicaciones futuras podrá tener?
5Un sensor único
El avión Sofía estaba equipado con un equipo único en el mundo. Se trata de un sensor que alcanza los seis micrometros de profundidad y es capaz de detectar la vibración de las moléculas del agua. Dicha vibración es exclusiva del H2O, por lo que permite descartar la presencia de hidroxilos en esa parte de la luna.
El sensor del Sofía descubrió moléculas de agua en el Crater Clavius, uno de los más grandes visibles desde la tierra, situado en el hemisferio sur de la luna. Según la NASA, la detección de dichas partículas supone una prueba indudable e incuestionable de que la superficie lunar alberga agua.
