¿Te acuerdas del Tigretón? Tal vez era uno de los bollos favoritos de tu infancia junto a la Pantera Rosa. Al final, ese manjar que disfrutabas en el recreo, no era más que uno de los tantos productos de bollería industrial que de sano tenían poco pero, ¡qué estaban muy ricos!
Ahora puedes hacerlos en casa de manera saludable. Una receta que te va a encantar y un rico pastel que puedes llevar a cualquier fiesta de cumpleaños. Te traerá unos recuerdos formidables mientras lo preparas. ¡Toma nota! Seguro que te vas a divertir mucho haciendo esta receta y además te va a salir de maravilla.
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Los creadores del Tigretón
El grupo Bimbo fue quién patentó el famoso Tigretón. Su mayor éxito estuvo en los años 70. Era el desayuno de los niños en los patios del colegio o la merienda al salir de las actividades extraescolares. Nos encantaba el sabor pero estábamos muy pendientes de las colecciones de cromos que venían dentro del bollo.
Venían en paquetes de una o dos unidades. Seguro que cuando te daban la paga semanal, ibas a la tienda del barrio y te comprabas todos los paquetes posibles. Entre los chicles, las peonzas, las canicas, los cromos de La Liga y los Tigretón, te quedabas sin blanca en un tiempo fugaz.
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Ingredientes
Para realizar este rico pastel que te llevará de vuelta a tu infancia, necesitas distintos ingredientes. Lo mejor es que te hagas una lista y vayas al supermercado para tener todos los ingredientes y que no te falten para que cuando empieces el pastel, tengas todo lo necesario. En primer lugar, para la masa necesitas 4 huevos, 100 gramos de azúcar, 75 gramos de harina, 25 gramos de cacao en polvo, 1 cucharada de esencia de vainilla y una pizca de sal.
Para elaborar el relleno necesitas 500 centilitros de nata líquida, 100 gramos de azúcar glass, 3 cucharadas de queso de tipo Philadelphia y mermelada de fresa. Este relleno es fundamental en este Tigretón casero, para que parezca el que comías cuando eras pequeño.
Por último, para hacer la cobertura necesitas 250 gramos de chocolate negro, 250 centilitros de nata líquida y 25 gramos de mantequilla.
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¡Comenzamos!
Pon el horno a precalentar a 180º. Mientras, coge una bandeja para bizcocho. Fórrala con papel vegetal o papel de horno. Utiliza un envase que sea rectangular.
Por otro lado, coge un bol y pon las claras de los huevos. Bate bien hasta conseguir el punto de nieve. A continuación añade los 25 gramos de azúcar. Una vez hecho, pon ese bol en el frigorífico.
Busca otro recipiente, bate las yemas con el resto del azúcar. Deben quedar bien forradas con el azúcar. Añade la esencia de vainilla y sigue batiendo. Ahora es el momento de hacer el tamizado de la harina, con la sal y poner en la mezcla las yemas hasta que todo quede bien mezclado. Esto es muy importante, ya que si no está bien mezclado luego, a la hora de hacer el relleno, quedan grumos y no se ve uniforme.
Pon el cacao en polvo y bate hasta que quede una mezcla muy espesa. Saca las claras del bol que estaba en la nevera y añádelas a la mezcla. Ponla en el molde y hornea durante 10 minutos a 180º. Con la masa aún caliente, retira el papel de horno y ve haciendo rollos con la mezcla.
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Preparar el relleno
Coge la nata y móntala con el azúcar glass y añade unas cucharadas de Philadelphia. Vuelve a extender la plancha de bizcocho sobre el papel de horno. Recuerda poner una capa de mermelada, pon la nata y vuelve a hacer rollos.
Pon este relleno en el frigorífico. Resérvalo para después usarlo cuando tengas que hacer la cobertura. A lo mejor no puedes resistir la tentación y acabas cogiendo una cuchara y comiendo el relleno antes de ponerlo en el resto del pastelito.
Al principio puede que te resulte difícil elaborar este bollo pero conforme vayas cogiendo el truco, te van a salir muy bien, con la forma correcta y el tamaño perfecto porque seguramente al comienzo de tu andadura en la repostería, puede que te queden muy pequeños, o poco enrollados, tal vez sin suficiente relleno, etc. Con práctica se soluciona este problema.
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Preparar la cobertura
Para hacer el relleno vamos a seguir estos pasos: Pon el chocolate en un bol, mientras en un cazo pon a hervir la nata. Cuando empiece a hervir, hay que retirar y añadir el chocolate y la mantequilla.
Es el momento para sacar de la nevera nuestra masa, nuestro pastel. Y está listo para presentar y llevar al cumpleaños de tus hijos o la fiesta que tenías programada.
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Su otra compañera, ‘La Pantera Rosa’
Fue un químico catalán llamado Josep Pujol quien sacó a la luz en 1973, un rico pastelito de color rosa. El que fuera inventor de este famoso bollo, falleció en noviembre de 2019.
El legado que dejó Josep Pujol fue grande, ya que en la actualidad todavía se siguen consumiendo productos de este tipo, concretamente sigue estando en el mercado. Actualmente ha sufrido modificaciones como sus envases o el número de unidades que vienen en cada paquete. El sabor eso sí, no ha cambiado.
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Una generación feliz
Gracias a dulces como el Tigretón, los niños de aquella generación estaban muy felices. No eran saludables y no había tanta preocupación al respecto. Era una época diferente. La felicidad era llegar al cole con ganas de salir al patio a saltar a la comba o jugar al fútbol.
Había tiempo para comerse un rico pastel y era el momento más esperado. Nos conformábamos con menos y dábamos valor a muchas más cosas. No necesitábamos tanto y encontrábamos diversión en cualquier lugar.
Esto incluía comerse los Tigretón a pares y jugar a intercambiar los cromos. Comprase el álbum, volver a comprar bollos y así un círculo vicioso.
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