La joven del DAESH era una conversa de 24 años, vivía con sus padres y se radicalizó tras el 17-A

La española de 24 años detenida por la Policía por querer viajar a Siria para unirse al Estado Islámico (DAESH) vivía en Cullera (Valencia) con sus padres y se radicalizó tras convertirse al Islam en la primavera de 2017, el mismo año en el que tomó una «vía de no retorno» en su radicalización a raíz del atentado yihadista del 17-A en Barcelona.

La joven era conocida en Cullera por el cambio en su forma de vestir con predominio del color negro y con la niqab que cubría por completo su rostro. Llegó a viajar en enero a Turquía y entregó a través de un mediador 4.600 euros para financiar la yihad, que ella abrazó a raíz del atentado en Las Ramblas de Barcelona y Cambrils, unos hechos ahora juzgados en la Audiencia Nacional, el mismo órgano judicial que este viernes ha dictado su ingreso en prisión.

En la investigación liderada por la Comisaría General de Información se ha tomado testimonio en calidad de testigo a varias amigas de esta joven, aunque ninguna fue permeable a los mensajes y los manuales sobre elaboración de explosivos o el uso de armas que previamente obtenía por internet. Pertenecía, según las citadas fuentes, a una familia estructurada: su madre es funcionaria de la administración de Justicia.

El suyo es el primer caso de una mujer arrestada en España por este motivo desde 2017. Los investigadores, en un principio sorprendidos por su radicalidad extrema, han acreditado que llevaba más de un año en contacto con terroristas. Está acusada de delitos de integración en organización terrorista, financiación, desplazamiento a zona de conflicto y apología del terrorismo, según informó la Policía. En su arresto colaboró el CNI y la Agencia EUROPOL.

También se ha acreditado que apoyaba atentados terroristas como la reciente decapitación en Francia de un profesor por mostrar caricaturas de Mahoma a sus alumnos. Según las citadas fuentes fue esto lo que terminó de impulsarla para casarse con un ‘soldado’ del DAESH en la zona de Idlib, un viaje abortado pero que ya tenía planificado para finales de este mes de noviembre.

Para tal fin, el pasado mes de septiembre la investigada dejó su trabajo dedicándose de forma exclusiva a la recopilación de dinero, que obtenía a través de la comisión de ilícitos penales, para sufragarse el viaje a zona de conflicto.

Quería hacerse con documentación falsa con la que poder ocultar su nacionalidad española y llegar a la zona fronteriza de Turquía con Siria. Allí un pasador le ayudaría a cruzar la frontera y cumplir con su deseo de «ser mártir». Según recordó la Policía Nacional, desde 2014 han detenido a ocho mujeres yihadistas con la intención de viajar a «zona de conflicto», siendo la última en febrero de 2017.