El coronavirus mata por una ‘tormenta’ de proteínas contra el sistema inmune

La pandemia del Covid-19, enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, que ha contagiado a más de cuatro millones de personas en todo el mundo, de las cuales cerca de 280.000 han fallecido, mata principalmente a través de una ‘tormenta’ de citoquinas, que son un tipo de proteínas cuya función es coordinar la respuesta del sistema inmune al combatir las infecciones.

Así lo asegura un equipo de expertos de la Universidad Médica de Zunyi (China) en un estudio publicado en la revista ‘Frontiers in Public Health’, donde revisan la epidemiología, la vía de contagio, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento actual de los casos graves de Covid-19.

Los investigadores destacan el papel clave de una reacción exagerada potencialmente letal del sistema inmune en la progresión de la enfermedad. El estudio explica paso a paso lo que se sabe sobre cómo el virus infecta las vías respiratorias, se multiplica dentro de las células y, en casos graves, hace que las defensas inmunes se sobrepasen con una ‘tormenta de citoquinas’, que son moléculas estimulantes de la inflamación. Se trata de es una sobreactivación de los glóbulos blancos, los cuales liberan cantidades demasiado grandes de citoquinas en la sangre.

«Algo parecido a lo que sucede después de la infección con SARS y MERS, los datos muestran que los pacientes con Covid-19 grave pueden tener un síndrome de ‘tormenta’ de citoquinas. Las citoquinas aumentan rápidamente y atraen un exceso de células inmunes, como los linfocitos y neutrófilos, lo que resulta en una infiltración de estas células en el tejido pulmonar y, por lo tanto, causan lesiones pulmonares», explica Daishun Liu, profesor de la Universidad Médica de Zunyi.

EFECTOS

La ‘tormenta’ de citoquinas ataca células sanas y finalmente causa fiebre alta, goteo excesivo de los vasos sanguíneos, coagulación de la sangre dentro del cuerpo, presión arterial extremadamente baja, falta de oxígeno y exceso de acidez de la sangre, y acumulación de líquidos en los pulmones (derrame pleural).

Entonces, los glóbulos blancos están desorientados atacan para atacar los virus e inflaman incluso el tejido sano, lo que lleva a la insuficiencia de los pulmones, el corazón, el hígado, los intestinos, los riñones y los genitales (síndrome de disfunción orgánica múltiple).

Esto puede empeorar y apagar los pulmones (síndrome de dificultad respiratoria aguda) debido a la formación de la llamada membrana hialina, compuesta de restos de proteínas y células muertas, que recubren los pulmones, lo que dificulta la absorción de oxígeno. La mayoría de las muertes por Covid-19 se deben a insuficiencia respiratoria.

Liu y sus colegas explican que, ante la falta de una cura antiviral específica para el Covid-19, el objetivo del tratamiento para la enfermedad debe ser combatir los síntomas y reducir la tasa de mortalidad con el mantenimiento intensivo de la función del órgano, por ejemplo, un sistema artificial de purificación de la sangre del hígado o una terapia de reemplazo renal para filtrar la sangre por medios mecánicos.

Son especialmente importantes los métodos para complementar o reemplazar la función pulmonar, por ejemplo a través de ventilación mecánica no invasiva mediante una máscara, ventilación a través de un tubo hacia la tráquea (si es posible, con el refinamiento de la presión espiratoria final positiva, donde el ventilador suministra presión adicional al final de cada respiración para mantener abiertas las vesículas pulmonares), la administración de oxígeno calentado y humidificado a través de un tubo en la nariz (oxígeno transnasal de alto flujo) o un bypass corazón-pulmón.

APOYO NUTRICIONAL

Los autores concluyen destacando la importancia de prevenir las infecciones secundarias, puesto que el SARS-Cov-2 también invade los intestinos, donde causa inflamación y fugas en el revestimiento intestinal, permitiendo así la entrada oportunista de otros microorganismos causantes de enfermedades. Abogan por que el tratamiento se complemente con apoyo nutricional, por ejemplo, con probióticos (bacterias beneficiosas que protegen contra microorganismos dañinos) y nutrientes y aminoácidos para mejorar las defensas inmunes y la función del intestino.

«Debido a que el tratamiento por ahora se basa en un tratamiento agresivo de los síntomas, la protección preventiva contra infecciones secundarias, como bacterias y hongos, es particularmente importante para apoyar la función de los órganos, especialmente en el corazón, los riñones y el hígado, para tratar de evitar un mayor deterioro de sus condiciones», concluye Liu.

(SERVIMEDIA)