La ensaladilla rusa es uno de los platos estrella durante el verano. En esta época del año, lo que apetecen son las comidas frías, que ayuden a refrescar las altas temperaturas y a bajar la sensación de calor del cuerpo. Por este motivo, la mezcla de la mahonesa con la ensalada de patatas es habitual en el menú de muchas casas durante la etapa estival.
La receta de la ensaladilla rusa permite incorporarle multitud de ingredientes para adaptarla a tus gustos, pero si quieres que sea completa en el sentido nutricional es mejor que no cambies. A continuación, te mostramos qué debes echar a una ensaladilla rusa para que sea plato único.
LOS INGREDIENTES DE LA ENSALADILLA RUSA

La ensaladilla rusa es un plato que tiene muchos ingredientes, aunque en realidad es una ensalada de patata a la que se le añade mahonesa para unir todos los alimentos. Lo que más tiempo te va a robar a la hora de elaborarla es cocer la patata y la zanahoria.
Por lo que en primer lugar, pon en una cazuela durante media hora al tubérculo junto a la verdura para que se cuezan. Durante ese tiempo, puedes ir preparando los demás ingredientes para añadirlos a la mezcla…
EL INGREDIENTE QUE CONVIERTE A LA ENSALADILLA RUSA EN PLATO ÚNICO

Un plato único debe contener alimentos que aporten contenidos nutricionales como vitaminas, hidratos de carbono, grasas y proteínas. Este último componente es el que suele escasear en la receta de la ensaladilla rusa, por lo que puedes añadirle gambas para potenciarlo.
Después de cocer las patatas y las zanahorias, cuece en ese agua las gambas si las has comprado crudas. Con que estén durante un minuto en la cazuela es más que suficiente. Cuando las retires, deja que se enfríen, tiempo que puedes aprovechar para ir picando en dados la patata y la zanahoria. Pero si no tienes gambas, puedes sustituirlas por otro ingrediente para que la ensaladilla rusa te aporte proteínas…
TAMBIÉN PUEDES INCORPORARLE POLLO A ESTE PLATO

Si no dispones de gambas, no te preocupes puesto que puedes añadirle otro alimento a la ensaladilla rusa que cumpla su función. En este caso, puedes optar por el pollo cocido. Este ingrediente le va a encantar a los más pequeños de la casa y va a aportarle al plato las proteínas y muy pocas grasas.
Pero no te pases cociendo el pollo porque lo vas a dejar muy seco. Después tienes que desmigajarlo e incorporarlo a la mezcla donde están el resto de ingredientes. Hay otro alimento que es imprescindible cuando quieres que la ensaladilla rusa sea plato único…
EL HUEVO COCIDO ES OTRA FUENTE DE PROTEÍNAS

El huevo es otro de los protagonistas indiscutibles en la ensaladilla rusa. Cuece los huevos durante unos 10 minutos y espera a que se enfríen para picarlos y juntarlos con el resto de los ingredientes.
Este alimento es una gran fuente de proteínas que va a contrarrestar la gran carga calórica de la mahonesa. Y es que la ensaladilla rusa sería mucho más saludable si prescindimos de la salsa típica, pero entonces sería una ensalada de patata y no el plato de verano que triunfa en todas las casas…
EL RESTO DE INGREDIENTES DE LA RECETA

Habíamos dejado en un bol a la patata y la zanahoria picada en dados. A esa mezcla le tienes que añadir dos latas de atún. Tienes que escurrirlo y desmenuzarlo con tus propios dedos. Los guisantes son otro alimento habitual en esta receta, pero es opcional. También puedes optar por echarle aceitunas a la mezcla.
Incorpora los guisantes solo si te gustan. No te olvides de añadir las gambas o el pollo y el huevo cocido. Cuando tengas todos los ingredientes mézclalos bien para que se repartan. Entonces, es el momento de añadir la mahonesa y que se forme la ensaladilla rusa tal y como la conocemos…
EL RESULTADO FINAL DE LA RECETA

La cantidad de mahonesa que le añadas a la ensaladilla rusa está de tu mano. Si te gusta que quede montada, tendrás que echarle menos cantidad y remover más con el tenedor para que todos los ingredientes de la mezcla se vayan acoplando. En cambio, si eres muy «mayonesero», echa mucha salsa y no te pases removiendo para que los alimentos no se queden con la mahonesa.
El último paso de la receta es dejar enfriar la mezcla en la nevera. El resultado final no puede ser más apetecible. Intenta sacar la ensaladilla un poco antes de servirla para que no esté tan fría a la hora de comerla. La presentación también es tu responsabilidad, aunque vuelve a ser opcional. Mucha gente opta por colocar velos de pimiento rojo para coronar la ensaladilla rusa. Lo importante es su sabor y es que es muy difícil que este plato no entre por los ojos. ¡Qué aproveche!