Se trata de los espasmos mioclónicos o hipnagógicos. En la medida que nos vamos entregando al sueño al dormir, el cerebro deja escapar ciertos estímulos nerviosos que provocan sacudidas a nuestras piernas y brazos.
Este extraño fenómeno te hace sentir como si estuvieras cayendo al vacío, vértigo, despertar súbitamente y en otras ocasiones sensación de agobio y ensoñación. En la gran mayoría de los casos no se debe a ningún problema de salud.
Algunas personas les toma por sorpresa la situación mientras que otros se apenan por ello.
Espasmos mioclónicos
El término «mioclónico» nos hace referencia a un tipo de movimiento muscular involuntario y rápido. Una forma de mioclono es el hipo que todos en algún momento hemos experimentado, al igual que los extraños movimientos que puedes experimentar antes de dormir. Se presentan en personas sanas y muy rara la vez se le debe a un problema.
Los espasmos mioclónicos pueden implicar unas contracciones que persisten, similares a un shock en algún grupo de músculos. En ciertos casos, empieza en una región de nuestro organismo y se disemina o disipa a músculos en otras áreas.
Por otra parte, otras formas del mioclono puede ocurrir por un trastorno del sistema nervioso. Un ejemplo sería la epilepsia, enfermedad metabólica así como también la reacción de un medicamento.
[/nextpage][nextpage]Síntomas
Las personas que presentan estos espasmos mioclónicos, en su gran mayoría manifiestan síntomas como sacudidas, espasmos o movimientos de las siguientes características:
- Involuntarios.
- Sorpresivos.
- Breves.
- Repentinos.
- Situados en un área o hasta todo el cuerpo.
- Frecuencias variables y de intensidad.
- En ocasiones son arriesgados y hasta pueden interferir en la alimentación, el caminar y el habla.
¿Cuáles son las causas del mioclono?
Las causas de estos espasmos mioclónicos son diversas. Por ejemplo para que tengas una idea, puede verse junto con una lesión de la médula espinal, lesión craneana, infección, tumores cerebrales, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, intoxicación farmacológica u otro tipo de trastornos.
Cuando existe una restricción de forma prolongada de oxígeno al cerebro, conocido como hipoxia, provoca un mioclono posthipóxico. Se presenta por sí solo o como consecuencia de diferentes síntomas y signos asociados de los trastornos del sistema nervioso.
Asimismo, estos espasmos mioclónicos pueden desarrollarse en las personas que presentan esclerosis múltiple. También enfermedades neurodegenerativas como lo es la enfermedad de Alzheimer o Parkinson. Además, estas sacudidas involuntarias se pueden producir en personas que tienen epilepsia.
[/nextpage][nextpage]Batalla por el control
Los espasmos mioclónicos, aparentemente, son una señal de que el sistema motriz todavía ejerce el control sobre el cuerpo mientras que la parálisis del sueño se va adueñando del cuerpo. Aquí tenemos unos dos sistemas equilibrados pero opuestos que cada día actúan para poder controlar al otro.
En nuestro cerebro, podemos encontrar estos sistemas. Un conjunto de células nerviosas que se conocen con el nombre de sistema de activación reticular. Se sitúa entre las zonas del cerebro que tienen la capacidad de poder controlar los procesos fisiológicos que son básicos como lo es la respiración.
Este sistema de activación reticular cuando está funcionando en pleno rendimiento te sientes alerta, quiere decir que te encuentras despierto. El otro sistema opuesto se le conoce como el núcleo ventrolateral preóptico. Está justo detrás donde se cruzan nuestros nervios oculares.
[/nextpage][nextpage]Incorporación al sueño
Cuando la parálisis del sueño se está produciendo, lo que resta de tu energía diurna se manifiesta en movimientos involuntarios y aleatorios. Esto quiere decir que los espasmos mioclónicos se trata del último intento por hacerse con el control del sistema motriz diurno.
Según las mismas personas estas sacudidas o movimientos se les manifiestan cuando están soñando que se tropiezan o se caen. Esto es un claro ejemplo de un fenómeno que le se conoce con el nombre de incorporación al sueño. Sucede cuando algo del exterior, como lo es el reloj despertador se involucra en el sueño.
Los espasmos están muy cerca del mundo real donde atrae la atención de la conciencia dormida. Se incorporan al mundo de las alucinaciones nocturnas que crean nuestros sueños.
[/nextpage][nextpage]¿Cómo se tratan los espasmos mioclónicos?
El tratamiento de este fenómeno se enfoca en los medicamentos que ayudan a reducir los síntomas que se manifiestan. Un ejemplo es el clonazepam que se usa de manera frecuente. Las dosis de este medicamento en su gran mayoría se va incrementado hasta que la persona mejora o por el contrario cuando los efectos secundarios se vuelven molestos.
Uno de los efectos secundarios muy comunes son la pérdida de la coordinación y la somnolencia. Asimismo, los efectos del clonazepam pueden llegar a disminuir a través del tiempo si la persona va desarrollando una tolerancia la medicamento.
Ciertos medicamentos tienen un efecto beneficioso limitado cuando se suministra individualmente. Cuando se combinan con otro medicamento que actúan sobre vías diferentes en el cerebro los efectos pueden ser mayores. Al juntar varios medicamentos, los doctores pueden tener una mayor control sobre los síntomas mioclónicos. En algunas personas, la terapia hormonal puede ayudar a mejorar las respuestas a los medicamentos.
[/nextpage][nextpage]¿Cuáles son los tipos de mioclono?
El mioclono de acción. Es una de las formas más discapacitantes del mioclono, pudiendo este afectar las piernas, cara y hasta los brazos. Puede estar causado por el daño cerebral que es producido por una falta de oxígeno así como también del flujo sanguíneo a nuestro cerebro.
El mioclono reflejo cortical. Es originado en la corteza cerebral. Aquí los movimientos involucran a unos pocos músculos. Sin embargo en ocasiones involucra a muchos. Este tipo de mioclono puede verse intensificado cuando la persona afectada se intenta mover de una manera o este percibe una sensación en particular.
El mioclono esencial. Este tiene una tendencia a ser estable con el tiempo sin aumentar su intensidad. Es producido en ausencia de ciertas anormalidades aparentes en los nervios o el cerebro. Puede ser en ocasiones un trastorno hereditario.
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