La realidad es que no se sabe con exactitud que harían las mujeres si los hombres desaparecieran un día. Sería necesario realizar una encuesta por toda España para responder a la pregunta. No obstante, este equipo de prensa indagando por ciertos lugares recónditos de Internet, encontró un vídeo de la argentina Roxana Kreimer, licenciada en Filosofía y Dra en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, bastante interesante e hilarante. De esta forma, inspirados en sus palabras, quisimos dibujar un panorama de lo que pasaría en un día sin hombres.
Es importante aclarar que no es para nada objetivo lo que leerás a continuación, pero espero que al leer el texto pases un excelente momento y lo compartas con tus amigos, familiares o allegados.
Vías despejadas
Una joven decide ir a un concierto y mientras va por la vía, está feliz porque no hay ningún coche o camión atravesado en el camino, resulta que la gran mayoría de los conductores son hombres. Al cabo de unos cinco 15 minutos el vehículo comienza a fallar y miles de barbaridades salen por la boca de esta fémina, a quien vamos a llamar Ester.
Se baja del vehículo, mira hacia los lados, y no hay nadie. Revisa la guantera del carro y encuentra un chocolate que, gracias a Dios, había guardado y decidió comerlo para superar aquel momento, qué haríamos sin este postre que nos aporta tanta felicidad. Al estar los hombres, prácticamente, de huelga ese día, la mujer toma la decisión de irse al evento caminando, pues no había mecánicos que le arreglaran el carro.
Escenario vacío
Entre sudor y agotamiento, Ester llega al concierto y está repleto de mujeres que esperan con impaciencia a que la cantante invitada se presente. Se preguntan por qué no ha salido Rosalía. Al ir al vestuario en donde se encontraba la española, se dan cuenta que la artista junto a sus bailarinas estaban preparadas, pero no sabían qué hacer debido a que la gran mayoría de los que montan los escenarios son hombres y no había, en este sentido, tarima para que la intérprete de ‘Con altura’ realizara su espectáculo.
Ester estaba bastante indignada debido a que había caminado por mucho tiempo para llegar al concierto y así disfrutar de lo mejor de la cantante y ya no era una opción. Se amarró una coleta, y frunciendo un poco el ceño, emprendió el camino de vuelta.
No hay policías
Bien dicen los abuelos que cuando las cosas malas llegan a nuestra vida, vienen por montón. Ester pasa nuevamente por donde está su coche y se da cuenta que ya no se encontraba. Desesperada porque ese vehículo fue el resultado de años de trabajo de su padre, se dignó a buscar un policía y se percata que como no hay hombres, son ellos lo que generalmente eligen esa profesión.
Se va para su casa desconsolada. No había nada que le devolviera la paz. Abre la puerta de su casa y se lanza a la cama a llorar y a soltar toda la rabia contenida, ¡pobre Ester!, jamás se imaginó que algo así le pasaría, la joven solo tiene 23 años.
No hay cine
Después de durar horas llorando sobre su cama, se dio cuenta que, en su caso, lo que logra distraerla de tanto colapso son las películas. Así que agarró el control del televisor con Wifi para disfrutar de los largometrajes de Netflix. Cuando revisa las producciones contenidas, solo resaltan una o dos. No había nada de cintas, porque resulta que la gran mayoría de los directores de cine son hombres.
Su decepción fue mayor y no podía creer que ciertos aspectos de la vida están gobernados por hombres y que su tonto deseo de tener un día sin ellos, era ilógico; porque las mujeres al igual que su sexo opuesto son importantes.
Diligente
Ese día, Ester en representación de muchas mujeres que en ese momento estaban viviendo un infierno, por el día sin hombres, deseó que cuando amaneciera fuera todo como siempre. Al despertar, su padre ya se había levantado y le había traído a la casa el carro robado.
La alegría no cabía en el pecho de Ester, así que lo recibió con un fuerte beso y abrazo -todo esto antes del Covid-19 – nunca en la vida había extrañado tanto a su progenitor y pensar que su deseo fue desatado por una pelea entre ambos.
Las compras del super
A pesar que Ester se encargaba de realizar las compras del hogar, para ella era necesario que su padre la acompañara, debido a que son muy pesadas e imposibles de montarlas al carro sola y esto se complica porque la fémina hacía las compras al por mayor.
Con tantos productos en casa se evitaba de hacer compras el próximo mes, volvería en tres meses. A pesar que las mujeres están aptas para asumir retos y desafíos, hay cosas que se les complica hacer solas, para muestra, cargar mucho peso.
Nuevo concierto
Con el pasar del tiempo, Ester compró estradas para disfrutar de un nuevo concierto de Rosalía. La única complicación que tuvo eran la cantidad de vehículos que circulaban por las calles a diario en España, conducidos en su gran mayoría por hombres. Esto no quiere decir que las mujeres no manejan, son unas guerreras, pero la estadística eleva en un mayor porcentaje al sexo opuesto.
Estaba en el concierto y, en el escenario perfectamente montado, se encontraba Rosalía con un body color y unos pantalones de color negro y sus bailarinas con indumentaria blanca. Ester nunca había gozado tanto de un espectáculo como ese día y no porque estaba, en ese lugar, su celebridad favorita sino porque había aprendido una gran lección.
En el mundo, cada ser humano, tiene cualidades distintas. El hecho de que no sean visibles, a simple vista, no quiere decir que no sean importantes. Es cierto que la mujer todavía sigue siendo discriminada en muchos aspectos y queda camino por recorrer y está bien que luchen por la igualdad, pero no significa que los demás no sean importantes.
