Uber y la nueva ley del taxi atraen a más de 2.000 taxistas en Barcelona con hasta 1.470 euros al mes

Más de 2.000 taxistas ya trabajan con Uber en Barcelona, atraídos por mayores ingresos y menos tiempo perdido en busca de clientes. La nueva ley catalana del taxi, prevista para 2026, amenaza con transformar por completo la movilidad en la ciudad.

¿Quién lo habría dicho hace unos años? Los taxistas de Barcelona, históricamente enfrentados a Uber, ahora están encontrando en la plataforma una aliada inesperada. La llegada de la nueva ley catalana del taxi, que promete restringir drásticamente la actividad de las VTC, ha empujado a cientos de profesionales del volante a probar suerte con la aplicación. Y los números hablan por sí solos, más de 2.000 taxistas ya han realizado servicios a través de Uber, y muchos aseguran que la decisión les ha cambiado el día a día.

Mientras el Govern ultima una normativa que busca “proteger” al taxi tradicional, la realidad sobre el asfalto es otra. Uber se ha convertido en una herramienta que multiplica los ingresos, reduce los trayectos vacíos y acerca a los conductores a una clientela más internacional. En algunos casos, los beneficios adicionales pueden alcanzar hasta 1.470 euros al mes, una cifra que explica por qué cada vez más taxistas están dejando atrás prejuicios y uniéndose a la era digital.

El debate, sin embargo, está lejos de cerrarse. La futura ley podría suponer el fin de miles de licencias VTC, y Uber alerta de que Barcelona corre el riesgo de volver “a los años 90”, cuando conseguir un coche en hora punta era casi misión imposible. En medio de este pulso entre innovación y regulación, los taxistas de la ciudad parecen haber encontrado su propio camino, adaptarse, aprovechar las oportunidades y seguir moviendo Barcelona, con o sin ley nueva.

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Pero ¿por qué cada vez más taxistas se suman a una plataforma que hasta hace poco era vista como “la competencia”? La respuesta tiene que ver con ingresos, tecnología y una forma distinta de entender la movilidad. Barcelona se ha convertido en el epicentro de una batalla entre tradición y modernidad, donde los conductores buscan algo más que clientes, buscan estabilidad.

Taxistas y Uber: de rivales a socios estratégicos

Taxistas y Uber: de rivales a socios estratégicos
Con la nueva ley catalana del taxi en el horizonte, muchos buscan diversificar sus ingresos. Fuente: Agencias

Hace solo unos años, ver a un taxi con el logo de Uber habría parecido impensable. Hoy, más de 2.500 taxistas barceloneses usan la aplicación, y 500 de ellos se sumaron solo en los últimos tres meses. En total, Uber asegura que ya son más de 2.000 los profesionales del taxi que han realizado algún servicio a través de su plataforma. Y no es casualidad, con la nueva ley catalana del taxi en el horizonte, muchos buscan diversificar sus ingresos antes de que el panorama cambie.

La aplicación ofrece algo que el modelo tradicional no siempre garantiza, se trata de trabajar con carreras continuas y menos tiempo muerto. Muchos conductores aseguran que ahora trabajan de forma más eficiente y gastan menos combustible. “Antes me pasaba media hora dando vueltas. Ahora, sé que tengo viajes asegurados”, explican. Un modelo híbrido que está ganando terreno en una ciudad donde la movilidad se redefine a toda velocidad.

Ingresos extra y menos gastos: el nuevo atractivo del modelo Uber

Ingresos extra y menos gastos: el nuevo atractivo del modelo Uber
Un taxista que trabaja con Uber puede aumentar sus ingresos mensuales hasta en 1.470 euros. Fuente: Agencias

Según datos del propio sector, un taxista que trabaja con Uber puede aumentar sus ingresos mensuales hasta en 1.470 euros. La clave está en el volumen de servicios, mientras un taxista tradicional puede depender del azar o de la ubicación, quienes usan la app reciben carreras constantes, especialmente de turistas y usuarios internacionales (el 70% de los clientes de Uber en Barcelona lo son).

Además, el ahorro en combustible es notable. Conductores que antes gastaban más de 1.200 euros al mes en gasolina aseguran haber reducido el gasto a unos 800 euros. Menos kilómetros vacíos, más eficiencia y más dinero en el bolsillo. Para muchos, Uber no es una amenaza, sino una oportunidad para modernizar su forma de trabajar sin renunciar a su licencia ni a su independencia.

Una ley polémica y un futuro en juego

Una ley polémica y un futuro en juego
Hasta 4.000 conductores de VTC podrían quedarse sin trabajo si el reglamento se aprueba. Fuente: Agencias

La nueva ley catalana del taxi, que se tiene previsto entre en funcionamiento el próximo 2026, busca eliminar progresivamente las licencias de VTC urbanas y obligar a plataformas como Uber, Bolt o Cabify a operar principalmente con taxis. El texto propone requisitos como precontrataciones con horas de antelación o trayectos mínimos, medidas que Uber considera “un paso atrás” para la innovación y la movilidad en la ciudad.

Felipe Fernández Aramburu, CEO de Uber en España y Portugal, ha sido tajante: “La ley devolverá a Barcelona a los años 90”. Según la compañía, hasta 4.000 conductores de VTC podrían quedarse sin trabajo si el reglamento se aprueba tal y como está. Sin embargo, Uber no planea irse. “Llegamos a Barcelona para quedarnos”, afirma Fernández. La estrategia pasa por adaptarse y fortalecer su alianza con los taxistas, apostando por un modelo de movilidad mixto que combine tradición e innovación.

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En resumen, mientras el Govern dibuja una ley pensada para proteger al taxi, Uber la convierte en una oportunidad para reforzar su vínculo con el sector. La empresa no solo busca sobrevivir, sino reinventarse, y los conductores lo saben. En un momento en que la tecnología redefine las reglas del juego, la pregunta no es si Uber cambiará el transporte en Barcelona… sino hasta qué punto los taxistas están dispuestos a cambiar con ella. Un futuro incierto, sí, pero lleno de movimiento. Porque en la Barcelona de hoy, quien se adapta, avanza. Y quien no, se queda esperando el próximo coche que nunca llega.

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