Hace un año, el día 29 de octubre de 2024, la DANA dejó destrucción en España. 229 víctimas mortales en Valencia, siete en Castilla-La Mancha y una en Andalucía fue el saldo que dejó el temporal, con dos personas aún desaparecidas y cientos de familiares y seres queridos reclamando justicia.
En el diario Qué! hemos podido hablar con voluntarios de la DANA de Valencia. "El primer día que estuve de voluntaria me tocó buscar dos cadáveres de dos niños en Torrent. Hubo experiencias muy traumáticas. Conozco historias de personas mayores que tuvieron que ver a su pareja ahogarse", nos cuenta María Carmona.
María es una de las voluntarias en municipios de la zona cero. Ha sido voluntaria de la DANA durante seis meses, trasladándose desde Alicante, pero lo dejó por no poder más. Entre todos los miembros de la plataforma de voluntariado han tejido una red de diferentes iniciativas desde distintas ciudades, y sigue en contacto para echar una mano en labores de organización de actividades.
"Paiporta sigue con la reconstrucción del Auditorio, que durante meses se convirtió en un pabellón de donaciones. Han iniciado de nuevo la programación cultural, pero en la calle". Nos recuerda que el próximo 31 de octubre, de 18:00 a 20:30 horas, se celebrará una fiesta de Halloween familiar en el municipio para compensar todas las fiestas que no se han podido hacer durante el año.

La iniciativa es de Riada de Recursos Solidarios en colaboración con el Ayuntamiento de Paiporta, aunque ya organizaron fiestas similares en Navidad entre varios colectivos que tuvieron una gran acogida. "Los niños lo pasaron muy bien y fueron momentos de ilusión. Un poco de luz a tanta oscuridad", explican.
Multitud de municipios no se han recuperado de la DANA
Lo cierto es que queda mucho por hacer en los lugares más sacudidos por la tragedia. "Aún hay asociaciones en Paiporta y en las colindantes de los pueblos afectados que siguen repartiendo comida a familias, comida y ropa para niños y demás personas. Está Colombicultura, Brigadas de Paiporta, SOS Picanya... Ayudan a las familias más vulnerables, especialmente a las familias con niños pequeños y a las personas mayores", explica María.
"En cuanto a los coches, dependían de la ayuda de las empresas privadas y de la Generalitat Valenciana. Algunos pudieron comprar coche y otros no. Los que tenían un coche antiguo, por ayuda que le dieron, pues siguen sin poder tener vehículo y eso les ha afectado a nivel laboral", prosigue.
En cualquier caso, los procesos de recuperación han sido lentos. Sin ir más lejos, la estación de Metrovalencia de Paiporta se reabrió hace unos meses, concretamente el 26 de junio, tras estar cerrada desde el 30 de octubre de 2024. Las autoridades habilitaron servicios alternativos de autobuses con parada en las estaciones afectadas, pero generó problemas también en el día a día de los ciudadanos.
Durante esos meses, se tuvo que derribar el antiguo edificio de la estación, así como la subestación y la cafetería, como parte de las labores de reconstrucción de la infraestructura. Finalmente, se recuperaron los andenes e instalaciones ferroviarias y se rehabilitó el puente ferroviario sobre el Barranco del Poyo, cercano a la estación.
"Han tardado en volver a la normalidad. De hecho, te puedo decir que subí hace tres meses y todavía había semáforos que no funcionaban. Hay señales en el suelo, vertederos con restos, muchos coches sin recoger... Paiporta ha avanzado mucho respecto a otros pueblos porque ha recibido mucha ayuda de voluntariado, pero todavía queda mucho por hacer", comenta María.
Hay señales en el suelo, vertederos con restos, muchos coches sin recoger...
María Carmona, voluntaria de la DANA en municipios de Valencia
Asimismo, todavía voluntarios en la zona tras el último acto en memoria de las víctimas nos cuentan que los vecinos han pasado verdadero temor por el temporal de principios de octubre, que dejó fuertes lluvias e inundaciones en puntos de Valencia y Alicante. De hecho, no anunciaron ningún acto por el aniversario hasta que pasara la alerta. "Teníamos miedo de que volviera a ocurrir algo parecido", desvelan.
La casa verde manzana de Paiporta
Y es que hay muchas vidas que no volverán a ser las mismas. "Si te das una vuelta por el Barranco del Poyo, verás que hay varios edificios sin reconstruir, pero te llamará la atención especialmente una en concreto. Es una casa verde manzana que pertenece a una pareja muy mayor, de 72 y 92 años", narra María. El hombre, muy anciano, es ciego, y fueron rescatados por la terraza el día más duro de la DANA.

No quieren aparecer en medios, pero hemos podido saber de primera mano que tienen estrés postraumático por lo ocurrido. "Antes estaban en piloto automático y no salía todo lo había dentro", cuentan. Cuadros de ansiedad, depresión... todo ha llegado bastante después, porque las semanas posteriores a la tragedia estaban con la mente ocupada intentando recuperar lo perdido, ver dónde se alojaban y cómo salían adelante. Es cuando todo se ordena un poco cuando llega lo peor a sus cabezas.
Esta pareja de ancianos lleva un año sin poder entrar en su casa, un hogar muy característico que está en la Rambla del Poyo justo a uno de los lados del barranco. Se tiraron un tiempo pendientes de que el ayuntamiento autorizara la demolición de una parte de la casa, una demolición parcial.
"Las demoliciones las pagan los propietarios, son ellos los que tienen que ocuparse del derrumbe de sus casas", explican los voluntarios. "Esta pareja ha tenido la fortuna, dentro de todo lo malo, de que tenían a sus hijos y les pudieron acoger, pero era una pena verlos todos los días ir hacia su casa y no poder entrar ni a coger sus recuerdos. Los bomberos la apuntalaron enseguida y prohibieron el acceso".
Ha pasado un año y esta pareja de 72 y 92 años todavía está en proceso de demoler la parte de la terraza y comenzar las obras de reconstrucción. Ellos se encontraban en la calle Benetússer y sus hijos viven justo al otro lado del barranco, que fue afectado, pero no hasta el punto de dejar las casas inutilizables. "Es una historia muy triste. Dios quiera que este hombre pueda entrar en su casa antes de morirse", dicen.







