Está promocionando su disco comercial, no se ha enterado de que el Wizink Center ha cambiado de nombre a Movistar Arena y no puede cargar ni a Quevedo ni a Bad Gyal en la mochila. Todo da igual, Saiko es otra prueba del momento dulce que vive la música urbana de Andalucía, y en particular de Granada. El artista se paseó anoche por Madrid, con una puesta en escena impecable, un par de invitados de lujo, mucha personalidad y un puñado de hits marcados en la memoria de los suyos.
Lo cierto es que Miguel Cantos Gómez, el nombre real de Saiko, sabe controlar un escenario. A pesar de tener solo 23 años, ya cuenta a sus espaldas con una carrera que muchos de sus ídolos quisieran tener, junto con nombres como el de Dellafuente, Dellaosa o la propia Lola Índigo, quien encabeza esta nueva revolución de la música urbana de Andalucía, el artista ha sido pieza clave de la nueva conquista radial de la música urbana de su región, que no hace sino crecer. Es evidente al ver la audiencia de su concierto capitalino, con más camisetas del Granada de lo que se había visto en ciudad desde que el equipo descendió.
No todo salió a la perfección, el exceso de volumen de las primeras canciones se tradujo en un público que tardó varias canciones antes de enchufarse a la dinámica del artista. Lo cierto es que el artista ha sido uno de los mejores representantes del nuevo reggaetón español, y a pesar de algunas controversias recientes, sus canciones siguen enamorando a sus fieles. Durante las casi 2 horas de concierto se mezclaron sonidos caribeños, urbanos y algo de pop con pistas potentes de trap que brillaron con una puesta en escena inspirada en la portada de su disco, y acompañado de un gran cuerpo de baile.

También se pasearon por la tarima algunos invitados clave de sus dos discos. Si bien cargar a Bad Gyal en la mochila de la gira no era viable nombres como Kid Voodoo, o Blue Fire. Fueron momentos potentes de la presentación, que sirvieron para acelerar a los presentes, se sumaron las dos voces femeninas que le acompañaron, Ángeles Toledano en la experimental 'Tusacai' y la icónica Leire Martínez, ex vocalista de La Oreja de Van Gogh, quien se sumó a interpretar 'Mariposas'. Aun así, a pesar de estos acompañantes, Saiko siempre fue el gran protagonista de la noche.
LOS ÉXITOS DE SAIKO INCENDIAN EL MOVISTAR ARENA
Lo cierto es que canciones como 'Reina', 'Badgyal' o 'Arena y Sal' no necesitaban a sus acompañantes para brillar. Fueron canciones que ayudaron poco a poco a recuperar la energía de la Movistar Arena, por su lado el artista repitió varias veces que este concierto era clave para su segundo disco, 'Natsukashii Yoru', y que estaba no volvería a presentarse en vivo hasta el próximo año, por lo que era un día especial. Lo cierto es que el público respondió para las dos canciones claves del set.
Sabiendo cuál sería la reacción de los presentes, Saiko se guardó sus dos grandes hits para el último tramo del concierto. Primero 'Solaris', que le permitió celebrar y bailar también a su preparado cuerpo de baile, y dejar salir lo más electrónico de su sonido, y el cierre fue la esperada 'Supernova', con diferencia su canción más popular y contó con el acompañamiento de un público ya entregado del todo a las canciones del andaluz.
Algo hay en el agua de Andalucía últimamente que se ha vuelto la cuna de toda una nueva generación de artistas urbanos. Saiko es uno de los ejemplos más interesantes de esta explosión, y no plantea detenerse, despidiendo el concierto anunciando el primer sencillo de su nuevo trabajo, con la colaboración de Tito el Bambino. Es un nuevo trabajo que ya promete volver a los sonidos del reggaetón más clásico.