La máquina del fango de Bartomeu en el Barça: cómo operaba el sistema silencioso detrás de encuestas, bots y “comandos hackers”

En septiembre de 2018, el programa de radio 'El Transistor', en Onda Cero, lanzó una encuesta aparentemente inofensiva: "¿Cómo valoras la gestión de Bartomeu en el Barça?". En pocas horas, la opción “mala” lideraba con un 58%.

Pero, cuando se cerró, "buena" había remontado hasta un 43%, superando a “mala”, que quedó en 39 %. Aquello no fue un giro de opinión espontáneo: según reveló 'El País', detrás estaba la maquinaria digital creada para proteger la imagen del entonces presidente del Barça.

La empresa Nicestream, contratada por la directiva azulgrana, fue la encargada de construir lo que algunos exempleados definen como una "máquina del fango". Según la investigación publicada por 'El País', parte del sistema operaba desde Argentina, donde se controlaban servidores capaces de simular votos automatizados en encuestas. Cuando los medios bloqueaban repeticiones desde una misma IP, entraban en acción VPN y la red Tor para que cada voto pareciera provenir de un lugar distinto.

Publicidad
La máquina del fango de Bartomeu en el Barça: cómo operaba el sistema silencioso detrás de encuestas, bots y “comandos hackers” Fuente: FCB
Bartomeu durante su etapa como presidente del Barça Fuente: FCB

No se trataba solo de sumar clics. Existía un "comando hacker” que intervenía en situaciones críticas: tumbar cuentas en redes, manipular encuestas complejas o incluso bloquear páginas. En una ocasión, recuerda una fuente citada por 'El País', uno de los miembros de ese comando viajó a Barcelona con la coartada de impartir formación policial sobre redes y métodos de ataque digital.

El corazón de la maquinaria detrás del entramado de Josep María Bartomeu estaba en un software propio, bautizado como Eyewatch. Este contaba con módulos específicos para diferentes tareas. Uno de ellos, Action, era capaz de manejar bots en redes sociales, votar en encuestas y distribuir porcentajes concretos en intervalos programados. Otro, Mugshot, elaboraba fichas de personajes públicos con toda su huella digital. Y un tercero, Sentiment, medía emociones y reacciones en los debates sociales, permitiendo ajustar la estrategia en tiempo real.

El periódico detalla que Nicestream también desarrolló herramientas como Oráculo para rastrear palabras clave o detectar picos de conversación. Todo un arsenal digital que, en conjunto, permitía no solo influir en encuestas puntuales, sino moldear la percepción general en torno a Bartomeu y a sus críticos.

El ejército invisible de bots detrás de Bartomeu

La operación no se sostenía sin los bots. Según 'El País', miles de cuentas falsas fueron creadas durante años. Algunas permanecían inactivas hasta que se necesitaban; otras se activaban de golpe para inundar el debate con retuits, likes o respuestas prefabricadas. Aunque no solían interactuar de manera compleja -ese trabajo recaía en personas reales con claves de acceso a cuentas-, su volumen era suficiente para simular un apoyo masivo.

Cuando en 2020 el propio diario reveló la existencia de estas cuentas, Twitter eliminó gran parte de ellas, confirmando la artificialidad de ese aparente respaldo popular.

Más allá del fútbol

El reportaje de El País señala que Nicestream no solo trabajaba para el Barça. En Cataluña se aplicaron métodos similares para influir en debates políticos, moldeando la opinión pública con mapas sociales creados en Gephi, una herramienta de análisis de redes.

La máquina del fango de Bartomeu en el Barça: cómo operaba el sistema silencioso detrás de encuestas, bots y “comandos hackers” Fuente: FCB
La máquina del fango de Bartomeu en el Barça: cómo operaba el sistema silencioso detrás de encuestas, bots y “comandos hackers” Fuente: FCB

Con esos mapas podían identificar comunidades, detectar focos de resistencia y dirigir mensajes segmentados para alterar conversaciones clave.

Publicidad

El espejismo de la opinión

La gran pregunta es si todo este engranaje por parte de Bartomeu en el Barça tuvo un efecto real. No hay pruebas de que cambiara decisiones colectivas, pero sí de que alteró percepciones. Para el lector o el oyente común, ver que “la mayoría” apoyaba a Bartomeu en una encuesta podía ser suficiente para creer que existía una corriente favorable, aunque en realidad estuviera fabricada.

Como señaló una fuente en la investigación: "Lo fundamental es que la gente sepa que esto existe y que no se trague el primer mensaje que le pongan delante.

Los signos de manipulación estaban ahí: picos repentinos de participación, cuentas nuevas con patrones similares, votos desde geografías improbables. Pero, sin una mirada crítica, el espejismo cumplía su misión.

Un espejo incómodo

Lo que destapa el caso Bartomeu no es solo un episodio del fútbol español. Es un espejo de cómo, en la era digital, los relatos pueden fabricarse desde un despacho, con algoritmos, VPNs y cuentas falsas. Un ejemplo incómodo de que la verdad, a veces, se convierte en un producto moldeable.

El engranaje de Nicestream funcionó como un sistema de control invisible, capaz de alterar encuestas, modular emociones y construir corrientes ficticias. Lo hizo al servicio de un presidente de club, pero sus métodos podrían aplicarse en cualquier otro ámbito: la política, la empresa o incluso la vida social.

La maquinaria ya está descrita. Ahora, la responsabilidad recae en los ciudadanos: desconfiar, preguntar, mirar dos veces. Porque, como recuerdan las investigaciones, lo que se ve en pantalla no siempre es lo que existe en la realidad.

Publicidad