La historia se repite en el Valencia CF, y con Peter Lim y Meriton Holdings al frente, la tónica del desangramiento de la plantilla vuelve a ser el tema central del verano. Una vez más, los rumores sobre la salida de jugadores importantes superan con creces las noticias sobre posibles fichajes, consolidando una estrategia que ha sumido al club en una profunda incertidumbre deportiva y social.
Los pilares del equipo, aquellos futbolistas que representan el presente y el futuro del Valencia CF, se encuentran en una constante rampa de salida o ya han sido transferidos. El mejor ejemplo de esta política es la venta de Mamardashvili al Liverpool el pasado verano, una operación que, si bien saneó las arcas, debilitó considerablemente el potencial deportivo del conjunto che. La afición teme que esta sea la tónica dominante también en el presente mercado.

La venta de activos: una constante de Peter Lim
La gestión de Peter Lim se ha caracterizado por la constante venta de los activos más valiosos del Valencia CF. Más allá de Mamardashvili, nombres como Javi Guerra o Yarek, dos de las grandes promesas de la cantera y jugadores con un futuro prometedor, están siendo objeto de interés y por ellos ya se están escuchando ofertas en los despachos de Mestalla. Esta dinámica genera una sensación de impotencia entre los aficionados, que ven cómo el equipo pierde a sus mejores futbolistas sin un recambio aparente.
Esta estrategia, lejos de ser una excepción, se ha convertido en la norma bajo el mandato de Peter Lim. La prioridad parece ser la rentabilidad económica a corto plazo, a expensas de la competitividad deportiva y la construcción de un proyecto sólido. La constante necesidad de vender para cuadrar las cuentas debilita la moral del equipo y la esperanza de la afición en ver a un Valencia ambicioso y ganador.
La incertidumbre contractual implica perder talento gratis
La situación se agrava con la falta de movimientos en las renovaciones de otros jugadores importantes. Futbolistas como Mosquera, Tàrrega o Diego López, que también son piezas clave y representan un patrimonio deportivo para el club, siguen sin tener ofertas de renovación sobre la mesa. Con sus contratos expirando en un futuro cercano, esta inacción podría obligar a Peter Lim a venderlos este mismo verano si se quiere evitar que salgan gratis en próximas ventanas de mercado.
Este escenario genera una gran preocupación, ya que el Valencia CF corre el riesgo de perder a sus talentos sin obtener ningún rendimiento económico a cambio. La estrategia de esperar hasta el último momento o de no ofrecer contratos acordes al valor de los jugadores, sumado a la ya mencionada política de ventas, está desangrando al Valencia CF y comprometiendo gravemente su futuro deportivo bajo la dirección de Peter Lim.